Té Rojo, Té Verde, Té Negro - Definición, Concepto y Qué es
Analizamos las tres variantes de Té más valiosas y populares que se pueden encuentrar, sus orígenes, y sus beneficios para la salud y el día a día. Nos referimos al Té Verde, Rojo y Negro, cada uno con sus particularidades que proporcionan personalidades únicas.
TÉ VERDE
El té verde es una bebida de origen asiático que ha aumentado su popularidad a nivel global en los últimos tiempos por sus grandes beneficios para la salud.
Se obtiene a partir de la planta Camellia sinensis, distribuida principalmente en China, Vietnam y Japón. Estas culturas giraron en torno al te, siendo común que fuera el protagonista de importantes rituales y ceremonias en su honor. Hoy en día es posible obtenerlo como hojas secas para su uso como infusión, en forma de té frio embotellado o incluso envasado y procesado como suplemento nutricional.
Polifenoles, la clave de las bondades del té verde
El té verde es rico en polifenoles, se trata de moléculas relacionadas con los flavonoides, sustancias ampliamente conocidas por sus efectos antioxidantes.
Uno de los polifenoles más abundantes en el té verde es la epigalocatequina galatae, que tiene la capacidad de inhibir algunos procesos relacionados con el metabolismo de los ácidos grasos lo que contribuye a reducir la grasa corporal, hecho que además de mejorar el aspecto estético del individuo, protege al aparato cardiovascular.
Estas sustancias también son capaces de mejorar el funcionamiento del sistema nervioso por varios mecanismos. Por una parte, se modula la producción de algunos neurotransmisores, principalmente la serotonina y dopamina relacionados con la sensación de bienestar, felicidad y ansiedad, por otra se ha demostrado que el té verde es capaz de favorecer el desarrollo de nuevas conexiones entre las neuronas, lo cual se relaciona con la capacidad de memoria y aprendizaje. Esto último se relaciona con el hecho de que las personas que consumen regularmente este tipo de te tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas del sistema nervioso como el Parkinson y el Alzheimer.
Todos estos efectos descritos contribuyen a que haya un menor riesgo de desarrollar las principales enfermedades crónicas que afectan al mundo occidental, como lo son las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, arterioesclerosis, infartos cardiacos y accidentes cerebrovasculares), problemas metabólicos como la resistencia a la insulina y la diabetes e incluso el cáncer, lo que finalmente explica por qué el té verde es capaz de aumentar la longevidad.
La proporción de polifenoles no es la misma en todas las presentaciones de té verde
Se ha visto que existen diferencias en las concentraciones de los componentes del té verde entre sus diversas presentaciones, en especial en las formas embotelladas.
El procesamiento del té verde puede disminuir su cantidad de antioxidantes por lo que es una buena elección optar por el té natural preparado en casa.
La forma ideal de preparar la infusión es agregar agua hirviendo a una taza o recipiente en el que previamente se han colocados las hojas de té, la proporción ideal es una cucharadita de té por cada taza de agua, se revuelve y se deja enfriar un poco si se va a tomar caliente, también puede colocarse en el refrigerador si se prefiere el té frio. Si se quiere aumentar su potencia antioxidante conviene agregarle unas gotas de limón, ya que la vitamina C contribuye a que se asimilen mejor los polifenoles.
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TÉ ROJO
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El té rojo es un tipo de té que se obtiene a partir de hojas del árbol Camellia sinensis, el mismo del que procede el té verde, solo que estas son sometidas a un tipo de procesamiento muy distinto que hace que también varíen las propiedades de esta planta.
Es originario del sur de China, país en donde es conocido como Pu-erh desde épocas milenarias, ya que esa fue la localidad en la que se originó hace aproximadamente unos cuatro mil años, siendo muy apreciado entre sus emperadores y la nobleza por sus propiedades medicinales.
Te rojo, un té añejo
Inicialmente las hojas de las que se obtiene este tipo de té son de color verde. Una vez cultivadas son comprimidas y secadas en sitios cavernosos, en donde permanecen por muchos años, durante los que son sometidas a una serie de procesos artesanales para que puedan modificarse y alcanzar una maduración que culmina en la fermentación de las hojas, lo que lleva a que estas cambien su color a un tono rojo muy intenso. Este cambio de coloración se logra cuando el té alcanza unos cincuenta a sesenta años en este proceso.
Una vez listo para el consumo se empaqueta comprimido y envuelto en papel en forma de pequeños ladrillos. Hasta el momento de su uso es posible que continúe experimentando el proceso de fermentación, siempre y cuando se conserve en un lugar fresco con poca humedad y lejos del sol.
Al igual que con otros tipos de té, debe ser colocado en agua cerca del punto de ebullición pero que no se encuentre hirviendo aún, posterior a lo cual se tapa y deja reposar por pocos minutos antes de ser ingerido.
El té rojo goza de una gran variedad de cualidades
Este té tiene una composición rica en antioxidantes, predominantemente un tipo de flavonoides conocidos como catequinas, con una baja cantidad de componentes presentes en otro tipo de té, como son la cafeína y los taninos.
Su uso se ha asociado con efectos beneficiosos principalmente del tipo metabólico. Tiene un efecto quemador de grasa que hace que disminuya el peso corporal y se reduzcan los niveles de colesterol en sangre, disminuye además la resistencia a la insulina por lo que tiene un efecto protector sobre el hígado. Estos efectos contribuyen a prevenir la hipertensión arterial y sus complicaciones como la insuficiencia cardiaca y los accidentes cerebrovasculares.
Además de esto, el té rojo tiene un efecto beneficioso sobre el sistema inmune, que lleva a que se incremente la resistencia a desarrollar tanto infecciones como varios tipos de tumores.
Su efecto sobre el aparato circulatorio también es responsable de la mejora en la función sexual masculina.
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TÉ NEGRO
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El té negro es una variedad de té obtenido de la planta Camellia sinensis, la misma de la que se obtienen el té verde y el té rojo. En el caso del té negro, este se logra al emplear hojas y tallos envejecidos, lo que cambia sus propiedades y sus efectos en el organismo, además de su aspecto y sabor.
Este tipo de se te origino en China, fue adoptado por los ingleses quienes lo incluyeron como parte importante de su cultura y lo introdujeron en Sri Lanka y en la India, en esta última se obtiene una variedad de té negro conocida como té Darjeeling, considerado por los experto como la mejor variedad de té negro del mundo.
El té negro tiene un potente efecto estimulante
Uno de los principales efectos del té negro es su capacidad de estimular la actividad mental, lo que se traduce en un mayor estado de alerta y actividad intelectual, esto se relaciona con el hecho de que el té negro contiene una mayor cantidad de cafeína que otras variedades de té.
La razón de esto radica en el proceso que sufren las hojas hasta que son convertidas en el té listo para el consumo. Estas además del tradicional procesamiento que permite secar y marchitar las hojas, se someten a un ambiente con temperatura y humedad controlados que permiten que se lleve a cabo la oxidación de varios componentes presentes en la hoja, lo que hace que se originen nuevos compuestos que le brindan diversas cualidades al té.
Efectos del té negro sobre la salud
El té negro forma parte de la farmacopea de la medicina tradicional china. Por años se empleó en la prevención de diversos trastornos, así como para estimular la actividad mental y favorecer el estado de alerta.
Un efecto importante es su capacidad de reducir los niveles de colesterol en la sangre, al tiempo que ayuda a subir la presión arterial en las personas que presenta presión arterial baja, lo que mejora la circulación cerebral en estos casos.
Varios estudios han confirmado el efecto del té negro sobre las paredes de las arterias, siendo evidente que disminuyen el riesgo de presentar el engrosamiento y endurecimiento de la pared de las arterias que caracteriza a trastornos como la arterioesclerosis. También se ha visto que en personas que han sufrido infartos cardiacos, aquellos que tenían el hábito de tomar té negro de forma regular tuvieron un menor riesgo de morir a causa de estos eventos.
También se han descrito beneficios del té negro sobre el metabolismo, caracterizados por la disminución del riesgo de desarrollar trastornos como la osteoporosis, así como de la aparición de cálculos en los riñones.
Fotos: Fotolia – Natalia Merzlyakova / bit24 / weyo
Trabajo publicado en: Nov., 2016.
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