Definición de Vivienda
Una vivienda es aquel espacio físico, generalmente un edificio, cuya principal razón de ser será la de ofrecer refugio y descanso, gracias a las habitaciones que ostenta en su interior, a las personas y todo lo que ellas traerán consigo como ser sus enseres y propiedades personales. Cuando mencioné lo del refugio, fue porque la vivienda, además de ofrecer un espacio para descansar y resguardar nuestras más inmediatas pertenencias, sirve además para protegernos de las inclemencias del tiempo y de algún otro tipo de amenaza natural que puede afectar nuestra tranquila existencia en caso de tener que vivir a la intemperie y a la suerte.
Desde que el hombre es hombre ha tenido esta necesidad de encontrar un refugio para lo que decíamos, conservar sus pertenencias, tener una buena calidad de vida que no se vea afectada por los trastornos físicos de salud que pueden devenir de tener que vivir en la calle y también, en esos momentos super primitivos, para proteger a su familia de las fieras que andaban sueltas. Generalmente las cuevas, eran los refugios más utilizados y comunes de los hombres en la antigüedad. El asentamiento definitivo de los primitivos pueblos nómadas se originó en el descubrimiento de la agricultura, primero, y de la ganadería, después. La necesidad de residir en un lugar fijo dio paso inmediato al desarrollo de las primeras viviendas definitivas, diferentes del refugio transitorio o de la tienda de campaña. La lógica importancia del agua en la vida de las personas precipitó a que las primeras viviendas permanentes se construyeran en la proximidad de los ríos y los lagos.
Por otra parte, aunque a veces prestemos más atención a otras cuestiones más triviales, sin dudas, el confort, la tranquilidad y el resguardo que nos proporciona saber que tenemos a nuestra disposición una vivienda serán vitales a la hora de nuestro futuro desarrollo personal y profesional., ya que está sumamente probado que, únicamente en armonía, el ser humano logra excelentes resultados.
Uno de los grandes temas a tener en cuenta a la hora de la construcción de una vivienda será el clima que caracteriza y se observa en la zona o región que habitamos. Por ejemplo si vivimos en un lugar propenso a los grandes vientos o los huracanes, las viviendas deberán ser construidas a partir y siguiendo una serie de requisitos indispensables de seguridad y obviamente con materiales sumamente resistentes a este tipo de contextos.
Lo propio ocurre con las regiones sometidos a inclemencias telúricas, como los terremotos o las erupciones volcánicas. No es fortuito advertir que la mayor parte de los primeros asentamientos definitivos de la historia ocurrieron en grandes valles surcados por ríos, en los cuales los recursos indispensables (agua, alimentos, seguridad) eran más fáciles de obtener.
En los tiempos modernos, la predilección de las personas por el entorno urbano ha motivado, por un lado, la construcción de mayor cantidad de viviendas en menor espacio, como ocurre con los grandes edificios, pero, por el otro lado, se observa un fuerte déficit habitacional en la mayoría de las grandes ciudades del Tercer Mundo. Este fenómeno ha precipitado un crecimiento de las viviendas precarias en toda América Latina, con especial énfasis en Argentina y Brasil.
Trabajo publicado en: Dic., 2008.
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