Definición de Centralismo
Se designa con el término de centralismo a aquella doctrina que promueve como leit motiv la centralización de funciones y facultades. Básicamente, el centralismo consiste en un sistema de organización estatal en el cual las decisiones de gobierno son únicas y emanan de un mismo centro, es decir, sin tenerse en cuenta a la hora de decidir las mismas, las diferentes culturas o pueblos sobre los cuales influye.
Aquellas regiones, países, comunidades, territorios en los cuales se desarrolla este tipo de sistema, cuando de decisiones políticas se trata, siempre, serán tomadas desde el gobierno central.
Si bien el centralismo ha sido un modelo de gobierno que ha observado una larguísima tradición, tanto en países latinoamericanos como en algunos europeos, como por ejemplo Francia, en la actualidad y casi desde comienzos de siglo, el sistema se ha visto fuertemente resentido, encontrando el declive en varias naciones de Latinoamérica, pudiendo sobrevivir casi excluyentemente en Francia.
Una de las características fundamentales de esta forma de gobierno es que el gobierno central asume las competencias ante aquellos estados federados y entre las principales causas de esta situación se pueden contar las siguientes: las necesidades de los estados de brindarle servicios de todo tipo a sus ciudadanos, y que es algo que económicamente a los estados federados se le complica a la hora de tener que cumplirlos y satisfacerlos convenientemente por sí solos. La necesidad de inversiones que demandan la obtención de un considerable número de recursos, materiales económicos y humanos, que en cualquier territorio federado sería prácticamente imposible conseguir sin que antes no colapsen. Y la necesidad de sí o si tener que realizar una planificación central para organizarse más coherente y eficientemente.
En tanto, se pueden distinguir entre dos tipos de centralismo. El centralismo puro será aquel en el que el ejercicio de las competencias del órgano central se lleva a cabo de manera exclusiva y total. Y por otro lado, el centralismo desconcentrado, que será aquel en el que todo está basado en la decisión de un cuerpo administrativo o de una persona.
Una de las formas más conocidas de centralismo es el llamado centralismo democrático que es el modelo de organización y funcionamiento que observan las organizaciones y partidos marxistas-leninistas. La combinación de centralismo y democracia potencia la disciplina consciente y el sacrificio voluntario de la libertad en pos de conseguir la máxima eficacia de organización y administración. En este, tanto las decisiones como las discusiones fluirán de abajo hacia arriba y viceversa.
Trabajo publicado en: Sep., 2009.
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