Definición de Contaminación Visual
Cuando una sustancia o una forma de energía provoca una alteración nociva en un medio se produce un efecto contaminante. El fenómeno de la contaminación puede desarrollarse en el agua, el aire o el suelo. Sin embargo, en los últimos años se ha acuñado una nueva denominación: la contaminación visual. Ésta tiene lugar normalmente en el medio urbano y ocurre cuando ciertos elementos no arquitectónicos distorsionan la estética de un lugar.
Se trata de una sobre estimulación visual en la que el observador percibe una invasión del espacio físico.
Efectos negativos
En muchas áreas urbanas el paseante o el conductor se encuentra ante una panorámica caótica y saturada: letreros de colores, postes, basureros clandestinos, vallas publicitarias, cables de alta tensión, carpas, etc. La proliferación de mensajes produce un incremento en el número de accidentes automovilísticos, ya que las señales de tráfico y los semáforos no son percibidos con nitidez. En términos estéticos la belleza de algunos edificios queda eclipsada.
Por otra parte, la vegetación de las ciudades pierde su efecto relajante. Las aves se ven obligadas a huir de los lugares sobrecargados y caóticos.
En síntesis, esta forma de contaminación atenta contra la calidad de vida en el medio urbano.
La contaminación visual y la salud
El volumen desproporcionado de imágenes tiene consecuencias sobre la salud. Ciertas patologías neurológicas como la migraña se agudizan significativamente, ya que los estímulos visuales activan la fotosensibilidad de las personas con tendencia a padecer migraña. Al observar señales de todo tipo de manera simultánea, se pueden desencadenar episodios de vértigo, de mareo o de epilepsia (hay un tipo de epilepsia que se activa ante la presencia de luces brillantes y parpadeantes).
Las luces intensas afectan negativamente al organismo, ya que se incrementa el ritmo cardíaco y se produce una respiración más agitada. Desde el punto de vista psicológico esta sobrecarga de estímulos genera un incremento en el nivel de estrés y de ansiedad.
En la captación de imágenes participan dos órganos: el ojo y el cerebro
El ojo percibe la información, pero el cerebro la procesa. Nuestro cerebro tiene memoria y sabe que ciertos colores están asociados a ideas: el amarillo es una señal de advertencia y el rojo indica peligro. Así, cuando hay un exceso de imágenes con estos colores, el cerebro recibe una información confusa: ve cosas amarillas y rojas y, al mismo tiempo, sabe que no debe interpretarlas como una amenaza.
En otras palabras, la mente humana recibe mensajes contradictorios por el impacto de la contaminación visual.
Foto: Fotolia – doddis
Trabajo publicado en: May., 2018.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.