Definición de Densidad de Población
El concepto de densidad de población forma parte de la terminología propia de demografía, una disciplina que, a su vez, pertenece a la geografía humana. La demografía estudia todo lo concerniente a las poblaciones y un aspecto relevante es, precisamente, la densidad de población. Se trata de un valor numérico que establece el número de habitantes en función del área de un territorio determinado, lo cual se mide normalmente en habitantes por kilómetro cuadrado.
Qué significa la densidad de población
Cuando consultamos los datos de un país aparecen una serie de datos relevantes que permiten tener una idea aproximada sobre su realidad social (población, extensión, fronteras, kilómetros de costa, lenguas, etc.). El número de habitantes/kilómetro cuadrado es algo más que un simple valor numérico, ya que representa un aspecto básico sobre la población de un país y vale la pena mencionar por qué es importante dicho dato: 1) permite conocer la población relativa de un país, es decir, la proporción que hay entre su extensión y el número de personas que habitan, 2) la densidad de población está relacionada con la idiosincrasia de una nación (predominio de lo urbano sobre lo rural, política de natalidad y toda una serie de factores asociados) y 3) el número de personas en una extensión determinada es un condicionante de la economía y de la vida social en general.
Datos significativos
Algunos territorios tienen una tasa de densidad de población muy alta. Este fenómeno existe en algunos núcleos urbanos asiáticos, en ciudades-estado como Mónaco o El Vaticano y en países como Israel, Ruanda o El Salvador. Sin embargo, hay países con una población elevada pero con una densidad baja (por ejemplo, Estados Unidos, México o Brasil). Para que nos hagamos una idea general, hay tres datos que pueden resultar esclarecedores: la densidad de población en la Tierra es de 14 habitantes/kilómetro cuadrado, la ciudad de Manila supera los 40.000 hab/km cuadrado y Mongolia tiene 2 hab/km cuadrado. Como pauta general, las zonas costeras están muy habitadas y las del interior van reduciendo su población.
Implicaciones de una alta densidad de población
Las implicaciones son muy diversas. Desde un punto de vista social, que miles de personas convivan en un kilómetro cuadrado supone una serie de inconvenientes:
1) potenciales problemas de convivencia,
2) dificultades en el tráfico rodado, en la movilidad de las personas y en el transporte en general,
3) un previsible encarecimiento del precio del suelo,
4) la necesidad de infraestructuras adecuadas para atender las necesidades de la población y
5) falta de espacio vital y el consiguiente estrés de la población.
Estos son algunos de los inconvenientes de una alta densidad de la población, una circunstancia que a lo largo de la historia se ha producido principalmente por un motivo: el incremento mundial de la población urbana y el descenso de población en las áreas rurales. Esta desproporción es un fenómeno que ha ido en aumento, especialmente en los últimos cien años.
Fotos: iStock – Rawpixel Ltd / 5xinc
Trabajo publicado en: Ago., 2015.
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