Definición de Diversidad
Profesora en Filosofía
1. Características de manifiesto a través del contraste de los actores, que son reconocidos y agrupados de alguna manera.
2. Biología. Conjunto de especies del reino animal, vegetal, fungi, protesta y/o monera, presentes en un mismo espacio, sea una región, o el planeta.
3. Sociedad. Religiones, costumbres, lenguas, razas, etc., que constituyen la dinámica cultural e identidad de los pueblos y sus habitantes.
4. Conjunto de elementos o ideas capaces de diferenciarse entre sí.
Etimología: Por los modos del latín diversĭtas, diversĭtātis, respecto de diversus, que remite al término ‘diverso’, en propiedad de participio pasivo del verbo divertĕre, en cuanto ‘llevar, cambiar o girar algo para otro lado’, formado a partir del prefijo di-, a razón de ‘división’, ‘diferencia’, el verbo vertĕre, en cuanto ‘verter’, y el sufijo -dad, dado en -tas, -ātis, como agente de cualidad.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: di-ver-si-dad.
Diversidad
Diversidad sociocultural
La diversidad humana, desde una perspectiva sociocultural, se entiende como la pluralidad de formas de vida, de pensamiento, de costumbres, tradiciones, modos de expresión, que existe entre los distintos individuos que conforman una sociedad, o bien, entre las sociedades mismas, a lo largo de la historia.
No obstante, las diferencias asignadas a grupos humanos a raíz de su género, orientación sexual, etnia, clase social, religión, lengua, han sido también utilizadas como criterio de fragmentación de la sociedad para, posteriormente, justificar la segregación de ciertos grupos por parte de otros, alcanzando niveles de violencia extremos.
En este sentido, diferentes corrientes teóricas en el campo de la educación han planteado la necesidad de que dentro del ámbito educativo se asuman dos objetivos centrales para la transformación de las dinámicas sociales: por un lado, la lucha contra toda forma de exclusión y, por el otro, el desarrollo de estrategias que promuevan proyectos comunes con valores compartidos, dentro de los cuales cada persona pueda participar desde su propia singularidad.
La cuestión del respeto por la diferencia al interior de la comunidad, a saber, de la relación entre lo singular y lo común, ha sido uno de los temas de mayor relevancia para el pensamiento de los siglos XX y XXI, tras los grandes crímenes contra la humanidad acontecidos durante ese período. En este sentido, la pregunta acerca de cómo vivir juntos se convirtió en un interrogante paradigmático al interior de la filosofía contemporánea.
Diversidad e igualdad de oportunidades
Uno de los aspectos más importantes para que el respeto por la diversidad identitaria sea efectivo en la práctica, es la garantía de la igualdad de oportunidades en el acceso a los derechos sociales que, en una gran cantidad de lugares, se les niega a ciertos grupos, independientemente de su alcance numérico. Las llamadas “minorías”, así, muchas veces son, en verdad, mayorías sociales que quedan relegadas por los grupos que detentan el poder. Tal es el caso, por ejemplo, de la falta de cumplimiento de derechos de las mujeres a lo largo del mundo, a pesar de conformar un amplio sector de la población mundial.
Como resultado de la crisis de los Estados de Bienestar y el aumento de las desigualdades materiales al imponerse regímenes neoliberales en los umbrales del siglo XXI, aparecieron fuertes demandas sociales en torno a la generación de políticas de inclusión de los grupos marginados, usualmente, condiciones económicas precarizadas.
La noción de multiculturalidad, en este sentido, se ha planteado como una forma de comprender al Estado, no ya desde la uniformidad y homogeneidad, sino desde la necesidad de efectivizar los derechos ciudadanos para toda la población, teniendo en cuenta las particularidades identitarias de cada grupo social. Se ha señalado, a su vez, que la idea de una multiculturalidad, como contrapartida, correría el riesgo de fijar a los sujetos a identidades estancas, asignándoles esencias inmóviles.
Diversidad y tolerancia
Una de las versiones más extendidas en torno a la cuestión de la diversidad humana es aquella que considera al otro como alguien que debe ser tolerado. El discurso de la tolerancia como condición de posibilidad para el ejercicio de la libertad y la vida humana presenta una serie de problemas, en la medida en que se trata de un reconocimiento que asume, como punto de partida, la propia identidad, a partir de la cual los sujetos diferentes pueden ser admitidos a discreción de quien detenta la identidad hegemónica dentro del conjunto.
En este sentido, la noción de tolerancia ha sido criticada como insuficiente a la hora de reconocer la alteridad radical que, para entenderse como tal, no puede ser remitida a los parámetros de identidades homogéneas tomadas como punto de referencia.
Luego, la idea de la tolerancia hacia el otro diferente debilita la aceptación del otro en cuanto tal y la asunción de una responsabilidad ante éste; mientras que enmascara las desigualdades, puesto que el modelo que promueve la tolerancia no pone en cuestión las relaciones de exclusión, sino que se orienta hacia el sostenimiento del orden dado.
Art. actualizado: Mayo 2022; sobre el original de enero, 2009.
Referencias
Bartolomé, M., Cabrera, F., Espín, J. V., Marín, M. Á., & Rodríguez, M. (1999). Diversidad y multiculturalidad. Revista de investigación educativa, 17(2), 277-319.Duschatzsky, S., Skliar C., (2000) “La diversidad bajo sospecha. Reflexiones sobre los discursos de la diversidad y sus implicancias educativas” en Cuadernos de Pedagogía, 4(7).
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