Definición de Duda

Se llama duda a la indeterminación que experimenta una persona cuando se le presenta la situación de tener que escoger entre dos juicios o dos decisiones.

Vacilación que experimenta una persona frente a algo o ante la elección de alternativas varias

La mencionada vacilación puede producirse a partir de un hecho, la recepción de una noticia o de una creencia.
“La versión que el gobierno dio sobre el atentado me genera muchas dudas”. “Doctor, me quedó una duda acerca de cómo debo tomar la medicación prescrita”. “No hay lugar a dudas, Sandra Bullock se merecía el premio por la gran interpretación que hizo en la película”.

Certeza versus incertidumbre

En tanto, cuando estamos convencidos de algo diremos que tenemos certeza sobre ello, mientras que cuando hay incertidumbre, prevalecerá la duda.

Normalmente, las pruebas, o ver la realidad de las cosas nos quita las dudas y nos acerca a la certeza que mencionábamos.

Entonces, una duda siempre supondrá un estado de incertidumbre , porque donde hay dudas no puede haber jamás certezas, si yo estoy dudando acerca de algo que me dijeron es porque no estoy totalmente seguro que eso sea realmente cierto.

Una duda siempre implicará un límite a la confianza porque quien duda no está creyendo en la veracidad del conocimiento que le proponen.

Entonces, tal como mencionamos, una duda puede afectar a una creencia o a un pensamiento o bien pasar a ser un hecho en la acción de una persona. Si yo dudo acerca de la veracidad de una noticia que me dio una amiga, puedo quedarme con esa duda o bien transformarla en una certeza planteándole a mi amiga la duda para que me aclare la situación.

La duda siempre está presente en todo

La duda es una cuestión muy presente en la vida de las personas, en la vida cotidiana, por ejemplo, las dudas sobran porque no siempre tenemos la verdad de todo lo que sucede o nos pasa. A veces es imposible saberlo todo y entonces aparece la duda y la mejor manera de subsanarla es ir en camino a obtener la certeza mediante la consulta a quien corresponda.

Las dudas pueden aparecer en innumerables momentos de nuestra vida diaria: cuando estamos por comprar un objeto pensamos si es la mejor opción, si el precio está acorde o habrá otro más económico; cuando tenemos que decidirnos por un empleo ante la posibilidad de elegir entre dos alternativas surgirán las dudas al respecto de cuál es el más beneficioso…

También en la religión se pueden presentar dudas, cuando la fe es enorme y está muy asentada, por supuesto que no habrá lugar a las dudas. Pero claro, los dogmas y las creencias religiosas no siempre son convincentes ni suficientes para todos y entonces ahí surgen las dudas sobre su autenticidad.

Para el creyente bastará con que lo diga Dios, la Iglesia, los sacerdotes y creerá, ni dudará, pero claro, para el agnóstico que no afirma ni niega la existencia de Dios las dudas son enormes y no le alcanza con la aceptación del dogma de fe y listo.

También, una duda puede interrumpir alguna decisión que se haya tomado previamente. “Tenía planeado visitar a mi hermana que reside en Europa pero ahora con el embarazo hecho realidad no sé si sería una buena decisión”.

La duda como método de conocimiento para la filosofía

La mayoría de los filósofos consideran que siempre una duda será una fuente plausible de conocimiento porque quien duda sobre algo afirma su ignorancia y entonces la misma será el disparador del estudio, la reflexión y la investigación.

Justamente para el filósofo francés René Descartes la duda era el punto de partida del conocimiento y la base de su sistema de conocimiento: la duda como método.

Descartes proponía dudar de todo de modo sistemático. Esto lo llevó a aseverar una de las frases filosóficas más emblemáticas de la historia: “Pienso luego existo”.

También es habitual que el concepto se use como sinónimo de la palabra sospecha.
“Existen muchas dudas al respecto de la declaración que brindó a la justicia”.