Erupción Volcánica - Definición, Concepto y Qué es
El término volcán proviene de Vulcano, una divinidad de la mitología romana que era conocida por sus cualidades como mago. Vulcano era el dios del fuego y el protector de los herreros.
En la actualidad la ciencia que estudia los volcanes es conocida como vulcanología, una disciplina muy específica pero de gran valor estratégico, ya que conocer los mecanismos de los volcanes es imprescindible para poder enfrentarse a sus efectos.
Los volcanes sin actividad producen una sensación inquietante, ya que si entran en erupción pueden ocasionar efectos devastadores en las poblaciones cercanas. De esta manera, los vulcanólogos se ven obligados a conocer por qué los volcanes tienen actividad y de qué manera entran en erupción.
La erupción de un volcán
Los volcanes se forman a partir de las placas tectónicas que sostienen a los continentes. Así, cuando las placas tectónicas chocan unas con otras se producen los temblores en el interior de la tierra y éstos acaban por desencadenar formas montañosas, de las cuales algunas de ellas son volcanes.
Los volcanes se forman cuando el material caliente del interior de la tierra asciende y se derrama sobre la corteza
Este material caliente es el denominado magma, una sustancia líquida y con una temperatura muy elevada. Así, cuando un volcán entra en erupción lo que hace es expulsar el magma al exterior. En cuanto a la fuerza de la erupción volcánica ésta dependerá de la presión ejercida desde el interior del volcán. De esta manera, el magma puede liberarse de varias maneras: con una menor intensidad o en forma de explosión. En cualquier caso, cuando se produce una erupción volcánica se originan toda una serie de riesgos asociados: corrimientos de tierra, emisión de gases y de lava, avalanchas, etc.
La lava expulsada puede acabar en el agua y esto producir una elevada toxicidad que afecta a los seres vivos y, lógicamente, también supone un riesgo elevado para las poblaciones más próximas al volcán. Por otro lado, la ceniza que se genera como consecuencia de una erupción volcánica tiene consecuencias sobre la salud de los humanos y puede producir problemas respiratorios, patologías oculares y problemas en la piel.
Efectos positivos de las erupciones volcánicas
Que un volcán entre en erupción supone un evidente peligro. No obstante, no todo es negativo. De hecho, hay que subrayar que la tierra afectada por una erupción volcánica tiene una fertilidad muy elevada, lo cual se traduce en buenos cultivos de árboles frutales.
Por otro lado, los volcanes activos llaman la atención de los aficionados a la naturaleza en estado salvaje. En los últimos años ya existe el llamado turismo volcánico, siendo Islandia, Filipinas, Hawái y Costa Rica los destinos más valorados.
Fotos: iStock – AZ68 / andersen_oystein
Trabajo publicado en: Mar., 2016.
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