Qué es Mojigato
Si una persona se escandaliza con facilidad y manifiesta un sentido de la moral exagerado y muy estricto, es muy posible que sea considerada un mojigato. Se trata de un adjetivo que se emplea en un sentido despectivo, ya que se considera que la rectitud moral excesiva no puede ser sincera sino que obedece a una actitud fingida e hipócrita.
Para referirnos al mojigato o a la mojigata podemos emplear otros sinónimos, como santurrón, beato, hipócrita o puritano.
La mujer mojigata en la cultura tradicional
Si bien este adjetivo es aplicable tanto a hombres como a mujeres, es más común emplearlo en relación con las mujeres, pues la actitud mojigata se ha asociado a la imagen de la mujer tradicional, es decir, una mujer recatada, sumisa, que preserva su virginidad y que adopta una falsa humildad.
Se podría decir que la mujer decide ser mojigata por conveniencia y con el fin de lograr algún propósito (para conquistar a un hombre, para demostrar a los demás su pureza y castidad o para comunicar una imagen de una cierta docilidad). En la actualidad este tipo de actitudes han dejado de tener sentido en la mayoría de contextos sociales, pues el hombre y la mujer comparten los mismos valores y se encuentran en un plano de igualdad.
La mojigatería en la mujer ha estado condicionada por varios aspectos
1) unas creencias religiosas muy arraigadas,
2) una clara distinción entre el rol social masculino y el femenino y
3) el machismo y el patriarcado como esquemas mentales.
La combinación de estos elementos ha creado el perfil de la mujer mojigata.
El origen de la palabra y su relación con el carácter de los gatos
Antiguamente en España el gato era llamado popularmente mojo. En consecuencia, decir que alguien es un mojigato era como llamarle gato dos veces. Si tenemos en cuenta la personalidad del gato, el significado de este juego de palabras tiene bastante sentido. El gato es un animal dócil, delicado y sumiso, aunque puede ser traicionero y atacar de manera inesperada. Se podría decir que el gato parece muy bueno a primera vista y, en este sentido, su comportamiento es comparable al que tienen los mojigatos.
La semejanza entre la mojigatería y el carácter de los gatos nos permite recordar que los animales son una fuente de inspiración y muchas locuciones hacen alusión a ellos (lágrimas de cocodrilo, ser un perro, ser un cerdo, ser la oveja negra, tener monos en la cara, ser un pato mareado o comer como un pajarito).
Foto: Fotolia – lalalululala
Trabajo publicado en: Nov., 2016.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.