Turismo de Aventura - Definición, Concepto y Qué es
El turismo como fenómeno social es una actividad relativamente reciente. A principios del siglo XlX en Europa las personas adineradas empezaron a frecuentar balnearios para descansar durante unos días. Con el paso del tiempo, se pusieron de moda las playas, en las cuales era posible disfrutar del baño y del buen tiempo. Estas actividades las realizaban los viajeros, pues por entonces no se hablaba de turistas.
Hacia el siglo XX el turismo (el término proviene del francés tour, que significa gira) se convirtió en un fenómeno social de masas, pues la clase media ya podía permitirse pagar unos días de vacaciones fuera de su lugar de origen para luego regresar a su vida cotidiana.
Inicialmente, el concepto de turismo no tenía etiquetas, pero con el paso del tiempo el sector turístico se desarrolló y empezaron a surgir modalidades vacacionales. Una de esas modalidades es precisamente el turismo de aventura.
¿Qué se entiende por turismo de aventura?
Cada persona tiene una idea muy personal sobre qué es una aventura. Para algunos irse a un pueblo cercano es una aventura y otros consideran que la auténtica aventura consiste en recorrer lugares alejados de la civilización.
A pesar de la subjetividad del término, esta modalidad turística se refiere a actividades como las siguientes: practicar deportes de riesgo al aire libre, visitar lugares exóticos al margen de los circuitos tradicionales de sol y playa, recorrer rutas de senderismo, realizar submarinismo y esnórquel, lanzarse en paracaídas, realizar safaris fotográficos, participar en proyectos arqueológicos o tener experiencias con un componente espiritual. El turismo de aventura se puede realizar por tierra, por mar o por aire.
Las empresas que gestionan este tipo de turismo deben planificar las actividades que se llevan a término teniendo en cuenta el factor riesgo, pues ciertas prácticas (pensemos en el paracaidismo o en el submarinismo) tienen que realizarse con las adecuadas medidas de seguridad. El turista busca emociones intensas con un cierto riesgo, pero el riesgo tiene que estar bajo control.
En líneas generales, el turismo de aventura está relacionado con la actividad física y con la búsqueda de nuevas emociones.
¿A quién va dirigido el turismo de aventura?
Este tipo de turismo no está pensado para aquellas personas que quieren disfrutar del sol y la playa, hacer unas compras y por las noches ir a una discoteca.
El perfil del turista que busca aventuras es normalmente alguien dinámico e inquieto, una persona que practica habitualmente algún deporte en su vida cotidiana y que le gusta superar retos personales.
Fotos: iStock – Imgorthand / swissmediavision
Trabajo publicado en: Ago., 2016.
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