Definición de Turismo rural

Cuando se habla de turismo se está haciendo referencia a aquellas actividades que realizamos las personas durante nuestros viajes o estancias en lugares diferentes a los de nuestro entorno. La mayoría de las veces esta actividad suelen tener como fin el descanso y el ocio y se desarrollan en un lapso de tiempo consecutivo y relativamente corto: inferior a un año.

Y por otro lado, cuando se hace referencia a lo rural nos estamos refiriendo a aquello que se encuentra vinculado o es propio del campo, incluyendo los sembrados, los cultivos, la tierra, la vida al aire libre, la naturaleza, o sea todo lo asociado a lo natural, entre otras cuestiones y se opone al concepto de urbano.

Entonces, se llama turismo rural a aquella actividad de tipo turístico que se desarrolla dentro de un espacio de características rurales, pudiéndose tratar de una localidad pequeña con muy pocos habitantes, o bien de una zona próxima a la ciudad, pero alejada de lo que se considera su casco urbano y que tiene como finalidad la realización de actividades propias del campo, o en su defecto encontrarse cerca de ellas para poder apreciarlas.

Antiguas estancias y haciendas recicladas, dispuestas con los servicios que ofrecería cualquier hotel de la ciudad son los establecimientos que ofrecen este tipo de turismo a los turistas ávidos por desplegar las típicas actividades agrícolas que se desarrollan en la vida rural.

La necesidad de la gente que vive en la ciudad de acercarse a la vida natural

El desarrollo del Turismo Rural ha permitido no solamente el acercamiento a la vida de campo de la gente que nació y se creció en la ciudad, sino que además se ha constituido en un ingreso importante para quienes viven en el campo.

El ecoturismo, el turismo de estancia, el enoturismo (gestión de la riqueza vitivinícola de una zona) y el agroturismo (alojamiento en casas rurales con oferta de actividades agrícolas) son, por sus características, algunas de las formas que podemos encontrar dentro del Turismo Rural.

En el amplio abanico de propuestas que ofrece el turismo, muchas, entre ellas el turismo rural, han crecido exponencialmente en los últimos años. En tanto, si tenemos que buscar las razones podemos mencionar algunas que han sido bien determinantes para esos cambios de hábito del turismo…
La necesidad de los turistas de hacer algo totalmente diferente a lo que hacen en su rutina diaria, por supuesto aquellos que viven en las grandes ciudades.

También ha incidido en esta inclinación por este tipo de turismo la vida frenética que propone hoy día la ciudad. Quienes vivimos en las metrópolis sabemos que a veces seguir el ritmo se hace cuesta arriba, aun estando acostumbrados, el estrés de correr de un lado a otro para poder llegar a tiempo, entre otras causas.

Y precisamente el campo está asociado con lo diametralmente opuesto: con el verde, el aire libre, la paz, la relajación, la ausencia de ruidos, el smog, el cantar de los pajarillos por la mañana, siendo en muchos casos ese el sonido más familiar y recurrente y mucho más agradable que la bocina estruendosa a instancias de un atascamiento vehicular en la ciudad. También “el paisaje” es muy diverso, y el turista rural quiere dejar de ver los corrientes edificios y rascacielos, los ómnibus, los taxis y los cientos de vehículos de las autopistas y vías para pasar a ver campos verdes, animales, árboles, flores, y más flores.

Y después hay otra razón que tiene que ver con lo estrictamente económico a la hora de elegir estos destinos rurales que normalmente quedan a pocos kilómetros de la ciudad, y es que ofrecen servicios y propuestas de descanso mucho más baratas que cualquier otro destino que implica un viaje más largo.
O sea, cumple satisfactoriamente con la premisa de relajación y descanso a un costo mucho más económico que cualquier otro plan turístico.