Definición de Zar

El término zar es aquel que se utiliza para designar al tipo de monarca que gobernó por muchos siglos en numerosas regiones de Europa del Este, pero principalmente en Rusia. El zar sería un equivalente al rey occidental ya que poseía un poder absolutista mediante el cual todas las decisiones eran tomadas por una persona y todos los poderes recaían, por mandato divino, en ese mismo individuo. Se cree que el término zar deriva del término latino caesar, aquel que fue adoptado por los romanos en honor a Julio César y que era otorgado a todos los emperadores que ocuparan ese cargo.

La historia de los zares o del zarismo como forma de gobierno nos retrotae a la Edad Media, momento en el cual, frente a la desaparición del Imperio Romano, gran parte de Europa debió reorganizarse política y culturalmente. Mientras que en Europa occidental surgieron sujetos políticos como los reyes, los duques, los señores feudales o los príncipes, en Europa oriental fue muy común el zar como jefe máximo de una región. Se considera que los primeros zares aparecieron en la región de Bulgaria a fines del siglo X, para luego extenderse a muchas regiones de Europa del Este, especialmente a Rusia donde se harían más conocidos y donde ganarían a la vez mucho más poder.

El zar como figura política ha sido siempre relacionado con la autocracia, es decir, con una forma de gobierno centrada alrededor de una sola persona. Este tipo de poder se concentró especialmente en Rusia, región extensísima y rica en muchos recursos, recursos y tierras que pertenecían al zar. El zar cumplía funciones similares a las del antiguo faraón egipcio, concentrando todos los poderes públicos y poseyendo una suntuosa calidad de vida que se oponía a la extrema pobreza y miseria en la que se sumía la mayor parte de la población. Por otro lado, el poder del zar también dependía de lo extendida que era la servidumbre como forma socioeconómica que hacía que se pagaran altísimos impuestos y tributos al gobierno. Al mismo tiempo, el zar en Rusia era no sólo el máximo gobernante político sino que poseía también el poder sobre la religión y era considerado jefe de la Iglesia, por lo cual sus poderes se ampliaban aún más que en Occidente.

La figura del zar desaparecería a principios del siglo XX con los eventos conocidos como la Revolución Rusa, brutal expresión de descontento y de cansancio de parte de la población rusa hacia un tipo de gobierno sumamente arbitrario y autoritario que sostenía la pobreza y miseria de la población.