Definición de Conducta
Licenciada en Psicología
Una definición posible es entender la conducta humana como todo aquello que hace el ser humano y se expresa en su comportamiento, aclarando que la conceptualización de la conducta humana no es tarea sencilla. Si la definimos de manera muy amplia, corremos el riesgo de volver los límites difusos y de confundirla con otros conceptos, tales como por ejemplo con el pensamiento y la emoción. Por el contrario, si la entendemos de manera muy estrecha, podemos caer en sesgos dogmáticos.
La conducta es un hecho material, biológico, psicológico y social. Si nos enfocamos en su aspecto más micro, podemos estudiar incluso la de las partículas elementales. De hecho, el concepto se inventó dentro de las Ciencias Naturales para dar nombre al comportamiento de las sustancias químicas. Luego, Huxley lo introduce en el campo de la biología y lo utiliza para denominar las manifestaciones observables de la sustancia viva. En Psicología, el término aparece por primera vez dentro del sistema funcionalista, pero es recién en el año 1913 cuando adquiere relevancia de la mano del Conductismo con John B. Watson.
Conducta, emoción y pensamiento
En la literatura científica se encuentran disponibles numerosas investigaciones que abordan la interacción entre el pensamiento, la emoción y la conducta. A través de ellos interactuamos con el mundo y nos formamos una representación de él. De hecho, se encuentran tan estrechamente relacionados que un cambio en uno, produce una modificación en los demás.
El pensamiento es producto de la capacidad que tiene la mente de generar contenidos conscientes e inconscientes, tales como las ideas, representaciones y creencias, entre otras cuestiones. La conducta es lo que uno hace con el pensamiento, y la emoción es el cambio del estado subjetivo que se da como respuesta ante un estímulo interno (por ejemplo, un pensamiento) o externo (como puede ser una acción).
Por lo tanto, podríamos preguntarnos: ¿nos define aquello que sentimos, que pensamos o qué hacemos?. Para responder el interrogante es preciso tener en cuenta un dato curioso. Según varias investigaciones científicas, provenientes en su mayoría de la Teoría Cognitiva, el 95% de los sesenta mil pensamientos que creamos durante el día son automáticos, es decir, involuntarios. Y de esos pensamientos involuntarios, que en varias ocasiones suelen pasar desapercibidos, el 80% se caracteriza por ser negativos, derrotistas y muchas veces irracionales. Es por esto que el hecho de identificarnos con el contenido de nuestros pensamientos puede llevarnos a sentir grandes malestares. Por ello, es necesario tener en cuenta que uno no es lo que piensa, sino lo que hace con lo que piensa.
Aportes de Watson y el Conductismo para la comprensión de la conducta
Watson propuso como objeto de estudio de la psicología a la conducta y como objetivo del Conductismo al control y predicción de la misma. Entendía a la conducta como aquellas manifestaciones observables y externas de un individuo susceptibles de ser registradas, medidas, cuantificadas y verificadas.
Si bien consideró al pensamiento como una forma de conducta, ya que lo comprendía como una cuestión anatómica relacionada con los movimientos de la lengua y la laringe, sostuvo que la psicología como ciencia objetiva únicamente debía estudiar aquello que podía observar.
Para el padre del Conductismo, la conducta no es producida por procesos internos (como la conciencia) sino por el ambiente, entendiéndose como la respuesta del individuo a un estímulo externo. En este sentido, parte de una concepción epistemológica empirista porque sostiene que casi todas las conductas son producto de la experiencia y el aprendizaje, entendido este último como el establecimiento de nuevas asociaciones entre estímulos y respuestas.
Lo que le aporta el Conductismo a la psicología es la comprensión de la importancia que tiene el contexto en el comportamiento, a partir de las asociaciones que se producen entre los estímulos externos y las respuestas que provocan en el individuo.
¿Cómo se aprenden las conductas involuntarias? Una mirada desde el Condicionamiento Clásico
Si bien hay conductas innatas, como algunos actos reflejos, la mayor parte son adquiridas por medio del aprendizaje. El Condicionamiento Clásico es una teoría del aprendizaje asociativo desarrollada por Iván Pávlov a partir de sus investigaciones sobre el aparato digestivo.
En sus experimentos descubrió cómo se generan algunas conductas involuntarias, a las que llamó reflejo condicionado, a partir de la asociación entre estímulos provenientes del ambiente.
La teoría muestra cómo un estímulo neutro adquiere la capacidad de provocar la misma respuesta en el organismo que otro estímulo que provoca tal respuesta de una manera natural y espontánea por estar asociada biológicamente a él.
Al estímulo que provoca la respuesta de manera natural, lo llamó estímulo incondicionado. A la respuesta provocada por este estímulo, respuesta incondicionada.
Veamos el ejemplo del experimento de Pávlov con un perro: un plato de comida funciona como estímulo incondicionado para que el perro comience a salivar. En este caso, la respuesta de salivación es la respuesta incondicionada.
Ahora bien, lo que observó Pávlov fue que luego de un tiempo el perro comenzó a salivar con solamente mirar a quien le llevaba el plato de comida o con escuchar sus pasos. A esta respuesta del organismo, causada por un estímulo que naturalmente no la provoca, es decir, por un estímulo condicionado, la llamó respuesta condicionada. La conducta condicionada de salivar por escuchar los pasos (estímulo condicionado), se adquiere a través de la asociación entre el estímulo incondicionado (el plato con comida) y el condicionado (escuchar los pasos). A esta asociación Pávlov la explicó mediante las leyes aristotélicas de contigüidad y frecuencia. En otras palabras, es porque un estímulo (condicionado) se produce en contigüidad y en reiteradas ocasiones junto a otro (incondicionado) que se produce la asociación entre ambos, haciendo que aquel que naturalmente no tenía la capacidad de provocar una respuesta, la provoque; es decir generando una conducta involuntaria aprendida, en este caso: la conducta de salivación con solo escuchar los pasos. En un sentido inverso, la extinción de una conducta se produce cuando deja de aparecer, a lo largo del tiempo, el estímulo incondicionado junto con el estímulo condicionado.
Los principios del condicionamiento clásico han sido utilizados en la clínica psicológica para desaprender algunas conductas indeseadas, lo que se conoce como contra condicionamiento. También es frecuentemente empleado en psicoterapia para el tratamiento de conductas adictivas, fobias o de miedos irracionales.
Art. actualizado: Oct. 2022; sobre el original de noviembre, 2008.
Referencias
Morinigo, C., & Fenner, I. (2021). Teorías del aprendizaje. Minerva Magazine of Science, 9(2), 1-36.Watson, J. B. (1990). La psicología tal como la ve el conductista. En J. M. Gondra (Ed.) La psicología moderna (pp. 399-414). Bilbao: Descleé de Brouwer.
101cats / max-kegfire
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