Qué es Deflación

Deflación es un término relacionado con la economía y que se opone al concepto de inflación. Consiste en un proceso de constante bajada en el nivel general de los precios en el conjunto de bienes y servicios. Esto implica que no se trata de una serie de productos que disminuyen su precio sino de una tendencia general en cuanto al nivel de precios. En otras palabras, se produce una inflación negativa cuando hay un decrecimiento coyuntural, mientras que la deflación es un fenómeno más profundo y continuado en el tiempo.

¿Por qué se produce este fenómeno y cómo se mide?

La principal causa de la deflación es el avance del progreso tecnológico, una circunstancia que puede ocasionar una reducción en los precios de los servicios y bienes. Para medir la deflación se utilizan una serie de parámetros económicos, singularmente el IPC o índice de precios al consumo. Por otra parte, a la hora de medir la deflación se utiliza una comparación con los precios con otros periodos de tiempo.

Las principales consecuencias

Aparentemente una reducción de los niveles de precio puede ser interpretada como una cuestión positiva para el conjunto de la población de un país. Sin embargo, en realidad la deflación es algo peligroso para la economía. Así, una espiral deflacionista implica una serie de consecuencias:

1) se produce una oferta excesiva y esto se traduce un aumento en el stock de los almacenes de las empresas y para reducir los stocks se bajan los precios y esto reduce los márgenes de beneficio de los productos,

2) el apartado anterior supone una reducción en la producción y esto acaba implicando una reducción de las plantillas de trabajadores y

3) como consecuencia del apartado 1 y 2 se produce un aumento de las tasas de desempleo y, por lo tanto, se da una reducción de la renta disponible de los asalariados. Estas tres consecuencias tienen, a su vez, otras repercusiones negativas, como la disminución de la demanda tanto del consumo como de la inversión por parte de las empresas, pues se encuentran inmersas en reducir la producción y no en la inversión.

Una tendencia en la economía hacia la deflación puede acabar en un colapso de la actividad económica en su conjunto

Los expertos en economía recuerdan, por otra parte, que la deflación no estimula el consumo, ya que el consumidor deja de consumir a la espera de que los productos o servicios continuen bajando en un futuro.

La inflación también es negativa para la economía

La inflación es un incremento de precios de los bienes y servicios, algo que afecta severamente a los consumidores, ya que la renta disponible no es suficiente para cubrir las necesidades básicas. De esta manera, lo más razonable para una economía es que haya una inflación baja y que esté contralada por la intervención de los bancos centrales.

Fotos: iStock – yuriz / MagMos