Definición de Género
Licenciada en Psicología
El género es una categoría social heterogénea utilizada para dar cuenta de la variedad de experiencias y vivencias humanas. Incluye, por ejemplo, las identidades, expresiones y roles de género y la orientación sexual.
Detenerse a pensar sobre el género y sus significados nos lleva a preguntarnos sobre el estatuto de verdad acerca de las afirmaciones que solemos dar por sentadas. Verdades, ideales, creencias, prácticas y normas sociales que para quienes no forman parte de lo hegemónico, es decir, de lo que socialmente se instituye, impone y reconoce como válido y legítimo, resultan opresivas y violentas.
Como señala Judith Butler, el género es una categoría abierta y flexible que no incluye solo lo que normativiza en un momento socio histórico dado, como la producción de “lo masculino” y “lo femenino”, sino también las vivencias que están por fuera de esa lógica binaria. De hecho, es diferente la manera en cómo se fue conceptualizando el género a lo largo de la historia en distintas partes del mundo. Incluso hoy en día coexisten variadas maneras de entenderlo. Por lo que sostener que el género es únicamente masculino o femenino es, como mínimo, un discurso profundamente reduccionista.
¿Qué es lo que nuestra sociedad normativiza?
Para responder esta pregunta primero es necesario tener en cuenta que cuando hablamos de norma, también nos referimos a todas aquellas prácticas que implícitamente damos por normalizadas. Giddens, sociólogo inglés, acuña el concepto de Conciencia Práctica para dar cuenta de todas aquellas cuestiones implícitas (como algunas creencias y saberes) que hacen que nos manejemos de determinada manera en la vida diaria. Si tomamos este concepto para analizar la categoría género, inmediatamente nos damos cuenta de que lo que en nuestra sociedad se tiende a “normalizar” es el dimorfismo sexual; el binarismo de género (masculino / femenino), la heterosexualidad; la relación entre identidad, expresión y rol de género, entre otras posibles cuestiones. Si bien la Conciencia Práctica funciona con un mecanismo cognitivo que nos permite cierta economía psíquica, nos puede conducir a error y a caer en sesgos, al hacer pasar por naturales cuestiones que son sociales. Por ello, para evitar los errores y los sesgos de los procesos de naturalización, es necesario visibilizar la construcción social del género. Tarea para la cual son imprescindibles las lecturas desde los Feminismos críticos, las Teorías Queer y las Teorías Intersex.
Más adelante daremos algunos ejemplos de lo que acabamos de decir. Pero primero es necesario acordar las definiciones de algunos conceptos, teniendo en cuenta que toda definición representa una construcción siempre provisoria.
– Dimorfismo sexual: Concepto utilizado principalmente en el campo biomédico que sostiene la creencia de que existen solo dos sexos biológicos “normales” que refieren a las características físicas que distinguirían entre macho/ hembra. Es un concepto profundamente cuestionado actualmente, ya que designa como anormales a todas las demás expresiones biológicas.
– Intersex: Personas que no se ajustan biológicamente a la normativa del dimorfismo sexual genital. Por ejemplo, hay personas con cromosomas XY (las que culturalmente se designan como “masculinas”) que tienen un sistema reproductivo que culturalmente se considera como “femenino” (útero, ovarios, etc.) Actualmente, se lucha por la despatologización ya que desde la lógica del modelo biomédico se la entiende como un trastorno genético.
– Endosex: Refiere a las personas que se ajustan a las normativas del dimorfismo sexual
– Identidad de género: Refiere a cómo cada persona experimenta y vivencia su género. Hay tantas identidades como personas en el mundo.
– Cis género: Aquellas personas que se identifican con el género asignado al nacer
– Trans género: Aquellas personas que no se identifican con el género asignado al nacer.
– Cisheteronorma: Norma que naturaliza la heterosexualidad y la identidad cisgénero. Es decir, la tendencia de la mayoría de las personas a considerar que todos son cis y heterosexuales
El sesgo de causalidad
Lu Ciccia, Licenciada en Biotecnología y Doctora en Estudios de Género por la Universidad de Buenos Aires, pone en evidencia cómo el discurso científico ha avalado desde sus orígenes la jerarquización del género cis masculino a través de legitimar la lógica binaria. En el recorrido que la autora realiza menciona que uno de los errores en los que cae el discurso científico es el sesgo de casualidad. Podríamos agregar que no únicamente el discurso científico cae en dicho sesgo, sino que es un error que todas las personas en algún momento cometemos. Refiere al hecho de establecer explicaciones de causa-efecto de cuestiones que en realidad solo se explican por conexiones de correlación, es decir variables que se relacionan, pero no de manera tal que una cause naturalmente a la otra.
Por ejemplo, se asume que una determinada genitalidad contribuye causalmente al desarrollo de una identidad de género determinada. Es decir, si un bebé nace con pene se le asigna el género masculino. Pero esto no constituye una relación causal natural, sino estadística. En otras palabras, es más frecuente encontrar hombres con pene que con vulva.
Otro error es confundir la identidad de género con la expresión de género. Por ejemplo, si vemos a alguien con un vestido inferimos que es mujer cis o si alguien tiene barba inferimos que es hombre cis.
¿Cómo se entiende aquello que queda por fuera de la norma?
Como anormal o patológico. En El género en disputa, Judith Butler propone una serie de argumentos para legitimar los cuerpos que han sido históricamente discriminados por no ajustarse a lo que se considera normal. En este punto es importante visibilizar los conceptos de salud/ enfermedad, normal/ anormal como construcciones sociales, determinadas en su significado y dominio, por lo que sanciona, a través de la repetición de discursos y prácticas, una cultura en un momento dado. En este sentido, es relevante explicitar que si bien diferentes Organismos e Instituciones, referentes internacionales de la Salud, han excluido las orientaciones sexuales e identidades diversas – no cisheteronormativas- de los Trastornos Mentales, todavía queda mucho por hacer.
Art. actualizado: Nov. 2022; sobre el original de abril, 2009.
Referencias
Butler, J (1990). Deshacer el género.Butler, J. (2006). El género en disputa.
Cabral, M. (2009). Interdicciones. Escrituras de la intersexualidad en castellano.
Ciccia, L. (2022). La invención de los sexos.
Preciado, P. (2014). Testo Yonqui.
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