Definición de Improvisación

La improvisación muestra la capacidad del ser humano de afrontar los acontecimientos conforme se presentan sin una planificación previa. En realidad, la filosofía del carpe diem se basa en la importancia de improvisar la vida en función del día a día porque es imposible planificar el destino al mínimo detalle.

Espontaneidad en las acciones

La improvisación es un rasgo del carácter de una persona espontánea y natural en sus gestos y actitudes. Existen personas que quieren tenerlo todo bajo control y no se relajan. Por ello, tampoco disfrutan al cien por cien de la vida porque están pendientes de que todo esté en su sitio.

Aprender a improvisar es un acto de inteligencia emocional más que necesario para vivir con mejor calidad de vida. Pasado, presente y futuro dibujan la línea de la vida de un ser humano. El pasado es inamovible, el futuro es una mera hipótesis y es en el presente cuando puedes vivir de verdad.

El equilibrio en la vida que genera la felicidad

La verdadera clave de la felicidad surge de buscar el equilibrio entre la improvisación y la planificación extrema. No se puede vivir al compás del azar, ni tampoco actuar por puro impulso. Está claro que es un acto de sabiduría deliberar en la toma de decisiones.

La clave reside en improvisar en el momento oportuno y en esas áreas de tu vida en las que puedes permitirte actuar de esta forma, por ejemplo, durante el tiempo de ocio. Por el contrario, en ciertos ámbitos, es un gesto de irresponsabilidad improvisar en función del momento. Así sucede, por ejemplo, en la presentación de un examen oral, en una entrevista de trabajo o en cualquier otra prueba que requiere de un trabajo previo y de mucho esfuerzo.

No hay que olvidar la organización

Si siempre te dejas llevar por la improvisación, entonces, lo más probable es que no llegues a las metas que te habías marcado porque todo objetivo requiere de un plan previo. Pero en cambio, con frecuencia, en medio del camino hacia la cima tienes que improvisar para ajustar dicho plan de acción a la realidad de los hechos.

Las personas que tienen capacidad de improvisación son aquellas que tienen la capacidad de adaptarse a las circunstancias porque afrontan los cambios con pensamiento positivo. En ciertos momentos, tener la capacidad de improvisar, puede salvar a una persona de un apuro. Por ejemplo, cuando un actor se queda en blanco sobre el escenario, necesita improvisar para salvar el guión.