Definición de Pacto
La palabra pacto es la que se utiliza para designar a aquellos convenios o tratados establecidos entre dos o más partes respecto de situaciones o decisiones específicas y a partir del cual se obligan a cumplir determinadas cuestiones.
Acuerdo que celebran partes en las que se comprometen a cumplir determinadas circunstancias que sí o sí deben ser respetadas
Un pacto, para considerarse tal, debe contar con el mutuo consentimiento de las partes que lo integran ya que siempre supone el acuerdo entre esas partes. Normalmente, el pacto se constituye de manera escrita, aunque en la práctica diaria se puede dar la situación de tomar un pacto o pactar algo sin que sea necesario redactar las reglas y pautas a seguir.
El pacto es una de las formas más solemnes que desarrolló el ser humano para asegurarse entendimiento y respeto hacia los diferentes intereses que se ponen en juego. Así, la noción de pactar significa justamente ponerse de acuerdo y respetar aquello que se decidió. Siempre un pacto implica cierto nivel de compromiso de una parte hacia la otra y viceversa, así como también un nivel de beneficios que se dan a partir del mutuo consentimiento.
Otra noción que también supone el pacto es la de colaboración o solidaridad.
Una larga práctica en la historia y en diversos contextos
A lo largo de la historia del ser humano podemos encontrarnos con numerosos pactos que suponen la puesta en común de ideas u objetivos por parte de regiones o países que pueden estar enfrentados o pueden ser solidarios consigo mismos. Esto quiere decir que el establecimiento de un pacto no es una acción exclusiva a dos partes solidarias entre sí, sino que también puede representar un compromiso entre aquellos que se consideran enemigos y que ponen esa enemistad por un período determinado de tiempo.
En los casos de pactos que se establecen entre regiones, países, políticos, empresarios, instituciones, siempre los mismos se hacen por escrito de modo que quede un registro claro y específico tanto de las obligaciones que corresponden a cada uno como de los derechos o beneficios a recibir.
Uno de los pactos más célebres en este sentido es el de de San José de Costa Rica, que versa sobre derechos humanos y fuera celebrado en el año 1969.
Los estados miembros que adhieren al mismo se comprometen a respetar los derechos y las libertades que se reconocen en el pacto y por supuesto a garantizar el libre y pleno ejercicio de todas las personas que estén sujetas a la jurisdicción.
Mientras tanto, si esos derechos y libertades no se respetan los estados parte pueden adoptar medidas para que se hagan efectivos, cumplidos.
Como ya señalamos líneas arriba, los pactos, son acuerdos que celebran los seres humanos desde los tiempos más remotos, prácticamente desde el comienzo de la humanidad, podríamos decir.
Incluso en la religión los pactos ostentan una presencia muy relevante ya que por ejemplo fueron un elemento presente entre Dios y los hombres para convenir pautas de comportamiento.
La Biblia, más precisamente el Antiguo Testamento, da cuenta del pacto que oportunamente Dios suscribió con Noé y que como sabemos consistió en que Noé salvase a parte de la humanidad del diluvio universal.
Luego hubo otro pacto importantísimo entre Dios y el pueblo elegido de Israel, en este caso el interlocutor fue Moisés quien recibió por parte de Dios las tablas que contenían los diez mandamientos que el pueblo judío debía cumplir para gozar de la tierra prometida.
Por otra parte, la civilización romana fue una cultora de los pactos e inclusive dentro del derecho civil de esta cultura se diferenció claramente lo que era un pacto de un contrato. Los pactos no implicaban en aquellos tiempos formalidades y la mayoría de las veces carecían de la posibilidad de ser ejecutados, y por caso, excepcionalmente, la ley instaba a su cumplimiento.
Los romanos solían celebrar pactos con los pueblos que iban conquistando.
Se puede exigir el cumplimiento por vía legal
En la actualidad se ha modificado esta cuestión y los pactos y los contratos son conceptos que se equiparan jurídicamente e implican por tanto el acuerdo de voluntades oportuno y el compromiso de cumplir ciertas condiciones, comerciales, laborales, entre otras. En tanto, en caso de no cumplirse, se puede exigir el cumplimiento por la vía legal.
Trabajo publicado en: Jul., 2010.
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