Definición de Semillas Transgénicas

Ciertos cultivos que aparentemente tienen un aspecto natural en realidad pueden ser el resultado de un proceso artificial de manipulación genética de las semillas. Así, aquellas semillas a las que se han incorporado nuevos genes para modificar su estructura interna son conocidas como semillas transgénicas. Este proceso forma parte de una disciplina, la biotecnología, que en la actualidad representa una revolución en el sector alimenticio.

Gracias a la ingeniería genética es posible introducir en una planta los genes de otro tipo de especies (que pueden provenir de vegetales, de microorganismos o incluso de animales). Las semillas transgénicas tienen, por lo tanto, unos genes que no forman parte de sus estructuras (en biotecnología reciben la denominación de organismos genéticamente modificados u OGM). Para que todo esto sea posible han sido necesarios los avances en el área de la biología molecular.

Las principales especies vegetales con las que se practica la ingeniería genética son las siguientes: el maíz, la patata, el tomate, el algodón y el arroz. Todas ellas tienen importancia desde un punto de vista estratégico para la alimentación del planeta en su conjunto.

Las ventajas de manipular genéticamente las semillas

En primer lugar, la principal ventaja de estas semillas radica en un incremento de la producción de alimentos, lo cual tiene dos consecuencias directas: más beneficios para el sector agrícola y más posibilidades de afrontar el reto de alimentar al conjunto del planeta (no solamente se puede lograr una mayor cantidad de alimentos sino que éstos pueden incorporar una serie de nutrientes que sean beneficiosos para la salud de los humanos).

Por otro lado, hay que tener en cuenta que las semillas genéticamente modificadas están diseñadas para ser más resistentes a las plagas que afectan a los cultivos. Esta mayor resistencia de las plantas implica igualmente una reducción en el uso de plaguicidas químicos.

Desventajas en la producción de semillas transgénicas

Hay investigadores y entidades relacionadas con el medio ambiente que alertan sobre los riesgos de la manipulación genética de las semillas. Por ejemplo, el maíz diseñado contra las plagas de insectos está afectando colateralmente a las mariposas.

Otro aspecto criticable de este proceso tiene relación con la producción de grandes plagas (ciertos genes producen semillas resistentes, pero esto acaba afectando a la calidad del suelo que, a su vez, provoca una mayor resistencia de la maleza). Por último, la biotecnología aplicada a las semillas transgénicas está asociada a riesgos ecológicos, así como a una serie de problemas para la salud (por ejemplo, algunas alergias).

Fotos: iStock – luchschen / Brasil2