Definición de Titán

La palabra Titán se puede utilizar tanto como sustantivo o como adjetivo, haciendo referencia en ambos casos a personajes colosales no sólo en términos de tamaño si no también en términos de fuerza y de poder. En muchos casos, el nombre de Titán es aplicado a elementos naturales (como la luna o satélite del planeta Saturno que lleva el mismo nombre debido a su tamaño) y a personas o animales justamente por cumplir con esas características previamente mencionadas.

La noción de titán proviene principalmente de la mitología griega. De acuerdo a lo que conocemos de ella, los titanes eran dioses que gobernaron la Tierra o, mejor dicho, la existencia en la época dorada, más específicamente ubicada por historiadores en la última parte del siglo VI y durante el siglo VII antes de Cristo. esta época dorada es considerada una de las épocas de mayor armonía, paz y estabilidad en el mundo conocido por los griegos, sucediéndola luego etapas como la época plateada, la de bronce y la de hierro, cada una peor que la anterior en términos de conflictos, guerras y problemas diversos.

Los dioses que fueron conocidos como titanes en esta época eran doce solamente: Océano, Ceo, Hiperión, Cronos, Jápeto y Crío (todos dioses masculinos) y Febe, Tea, Temis, Tetis, Mnemósine y Rea (todas diosas o también conocidas como titánides). Estos doce dioses eran los que regían el universo y cada uno de ellos sobresalía en algo (en la inteligencia, en el dominio del tiempo, de los mares, de la vista, del fuego, de la memoria, etc). Estos primeros doce dioses o titanes dieron lugar a una segunda generación de titanes entre los cuales encontramos a Lete y Asteria, Hestia, Helios, Selene, Océanidas, Poseidón, Hera y Zeus (quizás los dos más conocidos de todos) entre otros. Todos estos dioses de segunda generación surgieron de la unión de dos de los dioses de la primera generación.