Definición de Ancestro
La palabra ancestro se utiliza para hacer referencia a un individuo anterior en nuestra familia, aquel del cual descendemos, es decir, aquel que ha vivido en un tiempo anterior al nuestro o bien que ha nacido antes de nosotros pero que probablemente nos es contemporáneo.
Aunque la idea de ‘ancestro’ por lo general nos hace pensar en personas pertenecientes a nuestra familia o grupo de parientes de muchas generaciones anteriores, nuestro mismo padre o nuestra misma madre ya actúa como nuestro ancestro tanto en términos genéticos como en términos sociales y culturales.
Ahora bien, con el término podemos hacer alusión a los antecesores de un individuo pero también a los de un pueblo, comunidad o especie, y que como tales fueron originando una descendencia.
Transmite una identidad genética y cultural
Siempre, el ancestro humano, nos lega una identidad genética y cultural que se ira transmitiendo por supuesto físicamente pero también a través de la oralidad y de los documentos.
El ancestro puede ser tanto el que inició la línea de descendencia en la cual aparecemos nosotros, como también la persona directamente anterior a nosotros. El ancestro es alguien que está desde antes que nosotros con la cual mantenemos un vínculo genético y social de unión indestructible. Esto es así a nivel individual, pero el ancestro también puede ser el antepasado común de muchas familias que van ramificándose con el tiempo. Incluso, hasta puede hablarse de un ancestro común para toda la Humanidad y ahí es donde la línea de descendencia debe volverse hasta el principio, momento en el cual los primeros homínidos empezaron a mostrar diferencias con los monos.
Las relaciones que entablamos con los ancestros
La relación que una persona puede establecer con sus ancestros se da a muchos niveles. En primera instancia, el vínculo genético es aquel que es realmente indestructible ya que tal información (contenida en el ADN) no puede cambiarse, alterarse u olvidarse. Permanece igual independientemente de los cambios sociales o culturales que se produzcan entre tales personas. En segundo lugar, el vínculo se fortalece al volverse un vínculo social y cultural ya que ahí la persona se vuelve consciente de la existencia de la relación y puede buscar mantenerla o romperla al menos en la práctica diaria.
El hombre estuvo siempre interesado en indagar sobre sus ancestros
La búsqueda en relación a los ancestros es algo que siempre interesó al ser humano porque, además de permitirle entender el grupo social al que pertenece, su propia familia por ejemplo, es aquello que le da identidad e historia en un nivel más general, o sea a nivel especie digamos. Es aquello que lo diferencia de otros y que le da un espacio de pertenencia al cual integrarse en numerosos modos y aspectos, por eso siempre ha sido un tema de interés y de investigación tan relevante para el ser humano.
El foco que la ciencia pone en nuestros ancestros, como especie humana, tiene la intención de descubrir de dónde venimos y en cierto modo ese conocimiento también nos permite explicar el hoy y cuantificar todo lo que hemos avanzado como especie.
Lo mismo más o menos ocurre en el plano individual, las personas, también nos interesamos en conocer precisamente de dónde venimos y para ello tenemos que bucear en el conocimiento de los ancestros que conformaron e hicieron nuestra familia.
Valoración y culto a los ancestros en el pasado
En el pasado remoto los ancestros han gozado de una valoración superlativa, incluso, se llevaban a cabo rituales y cultos para reconocerles ese valor y además para garantizarles una vida más allá de este mundo. Entre los romanos por ejemplo, el culto a los ancestros familiares supo ser muy popular y común en esta civilización, y que se sumaba al ya tradicional y clásico de los dioses.
En la actualidad, el culto a los ancestros no es tan recurrente, en el mundo occidental es prácticamente inexistente, aunque en civilizaciones como la India y en Oriente sigue vigente.
Lamentablemente hoy, salvo en las culturas recién indicadas, no hay una tremenda valoración por los ancianos, nuestros ancestros inmediatos, sino muy por el contrario, existe bastante discriminación para con los viejos, cuando debería suceder lo contrario, valorarse esos años que ostentan y ser traducidos como experiencia adquirida que es muy valiosa para transmitir a los más jóvenes.
Trabajo publicado en: Dic., 2009.
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