Definición de Anticipación

Existen distintas formas de afrontar la vida a través de la actitud. En este sentido, una actitud muy propia de nuestro tiempo marcado por la presión y el exceso de responsabilidades es la anticipación. La anticipación de querer ir siempre un paso por delante es fruto de la impaciencia y de la prisa con la que muchas personas afronan la realidad.

Siempre pensando en lo que está por venir no es sano

Las personas que tienden a la anticipación son aquellas que se adelantan al curso de los acontecimientos, son personas que no se centran en el presente porque su mente no está en el ahora sino en aquello que pueda ocurrir (aunque en realidad el futuro visto desde el presente sea una mera hipótesis). Vivir en el futuro produce ansiedad, intranquilidad y frustración.

Pero además, se trata de una enorme pérdida de tiempo. Desde un punto de vista positivo, la anticipación aplicada con inteligencia emocional, es decir, con equilibrio y en la forma justa es muy positiva porque permite una buena planificación. Por ejemplo, es un gesto positivo consultar cada noche la agenda del día siguiente con el objetivo de tener una buena planificación de la jornada.

Nunca se puede anticipar el mañana, aún cuando se tiene certeza

En otros casos, ser previsor también implica anticiparte a lo que pueda ocurrir al poder valorar distintas alternativas ante un hecho determinado. Anticiparte puede tener una trampa y es que a nivel humano es imposible saber al cien por cien qué pasará mañana. Nadie puede precedir el futuro. La anticipación es una habilidad más propia de los adultos que de los niños. Se trata de una habilidad que se adquiere a través de la experiencia y de la madurez propia del vivir.

La importancia de apreciar el ahora

Las personas que tienden a adelantarse a lo que va a ocurrir deberían pensar en que están desperdiciando su tiempo porque mientras viven centradas en una realidad que todavía no ha llegado, no están valorando el tiempo realmente importante: el presente, que como su propio nombre indica es un verdadero regalo.

La anticipación es fruto del deseo de seguridad y de control que existe en el corazón humano. Sin embargo, el destino es imprevisible e incierto, la vida rompe nuestros planes y nos pone a prueba en muchos momentos (en ocasiones para bien y en otras, para mal).

Vivir con prisa nunca es saludable, es agotador vivir en tensión pendiente de lo que va a ocurrir mañana. Relájate y disfruta de este momento que es irrepetible.