Significado de características Definición, objetivas, subjetivas, específicas y caracterizar
Licenciada en Psicología
Definición formal
Las características son un conjunto de singularidades, o bien limitarse a apenas una, que remite a la identificación y diferenciación de un ser o cosa.
En la persona, puede contemplar un aspecto físico como también relativo al comportamiento, mientras que un objeto propone detalles básicos que, por un lado tienen que responder a su funcionalidad y estar en concordancia con las regulaciones locales de seguridad, y por otros elementos que le permiten sobresalir, como la calidad de los materiales. Nada ni nadie es igual, no obstante las diferencias pueden pasar desapercibidas o estar acentuadas.
De este modo, también pueden apreciarse valoraciones desde un espectro general, por ejemplo posibilitando en el campo biológico la clasificación entre animales vertebrados e invertebrados, así como para reconocer al ser humano a partir de su capacidad de pensar, y avanzar hacia la especificación de un individuo puntual que la torna única sobre el resto. Se distinguen rasgos propios de una especie, grupos sociales, etc.
Etimológicamente se lo advierte en el francés caractéristique sobre el griego charaktēristikós, estructurado a partir de charak, que remite a una marca distintiva que fuera grabada (comparte la raíz de la palabra carácter, observado en el griego como charaktḗr), asociado al verbo kharassein, por marcar o grabar; y acompaña el sufijo -ística, en la forma original griega -istikós, que implica un sentido de pertenencia.
Características objetivas y subjetivas, generales y específicas
Las cualidades de alguna cosa, persona, animal, situación, evento, etcétera, pueden ser más amplias o concretas, según el nivel de especificidad. Por ejemplo, los seres vivos necesitan alimentarse para sobrevivir, lo que supone una propiedad general, pero existen otros rasgos más puntuales, que definen especies vivientes, como la necesidad de alimentarse de carne, que poseen los felinos, debido a su biología.
En el caso de la categoría de los humanos, podríamos decir que son seres sociales (general), aunque algunos de ellos disfrutan de relacionarse en fiestas y reuniones bulliciosas, mientras que otros prefieren interactuar en un clima de mayor tranquilidad (particular).
Específicamente, el conjunto de atributos de personalidad de un sujeto “x”, permitirá definirlo, dentro de su especie, pero en lo que hace a su singularidad. O sea, a causa de tales propiedades, podemos diferenciar a María, de Juana, a Juan Pedro, de Juan Ignacio, etcétera. Lo anterior da cuenta de niveles de características, como las que comparten todos los seres vivos, las que distinguen los subgrupos de vertebrados e invertebrados, animales y plantas, entre otros.
Por otro lado, algunas cualidades son objetivas, como el número poblacional de una región, la cantidad de huesos que posee el cuerpo humano, las capas de las que se compone la piel, mientras que otras son subjetivas, como la belleza o la distinción entre el bien y el mal, temas ampliamente debatidos por la filosofía.
¿Para qué sirve caracterizar?
La tarea de otorgar caracteres a cierto objeto o sujeto, delimitar sus peculiaridades inherentes, posibilita la identificación y la diferenciación, que es fundamental en todo acercamiento cognitivo a un objeto de estudio (que puede o no ser de naturaleza científica), dentro de un campo de conocimiento y un marco teórico determinado.
A la vez que definir supone dar cuenta de qué es algo u alguien, caracterizar involucra la tarea de describir cómo es. Por ejemplo: “un malvón es un tipo de planta (definición), que se puede reconocer por sus hermosas flores, en varias tonalidades (caracterización)”.
Características propias de los seres humanos
Las personas son seres vivos que, como tales, responden al ciclo vital, es decir, nacen, crecen, se reproducen y mueren. No obstante, se diferencian del resto de los animales por no responder a instintos, por lo que la reproducción deja de ser un paso obligado, dando lugar al deseo (o no) de cumplir con ella.
También son seres sociales, que necesitan vivir en comunidad, rodeados de otros humanos, intercambiando afectos. Esto se hace evidente, en especial, por la necesidad que tienen los recién nacidos, de ser cuidados, amados y no simplemente alimentados.
Los humanos son mamíferos y vertebrados, descendientes de los primates, pero gracias a la evolución, tienen pulgares oponibles y se desplazan de manera erguida. El lóbulo frontal es mucho más grande que el de los primates y, a diferencia de estos y de todo el resto del mundo animal, tienen la capacidad de razonar e inventar, crear cultura y controlar impulsos.
Además, es una especie en la que sus miembros se distinguen en gran medida, ya que no responden a lo instintivo, sino a la cultura y los rasgos propios. Por ende, se pueden hallar variedad de hábitos, costumbres, roles sociales, representaciones imaginarias, estilos de vida.
Constituyen una forma de comunicarse y relacionarse de modo virtual, que se ha vuelto parte de la cotidianeidad, a diferencia del contacto cara a cara o presencial.
Tanto la privacidad, como las personas con las cuales se establece el contacto, se pueden seleccionar, así como la información que se pretende exponer. Algunos sujetos gustan de hacer públicas las noticias acerca de su vida, mientras que otros son más reservados y sólo comparten una pequeña porción de su intimidad.
Existen varias redes sociales, algunas con la finalidad de compartir imágenes y videos, como Instagram; otras ideas e imágenes, como Facebook; o pensamientos, opiniones y/o reflexiones, como Twitter.
Asimismo, ciertas redes son utilizadas específicamente para conocer gente y enamorarse, como un paso previo al encuentro físico, que no siempre sucede. En ellas se puede seleccionar al posible compañero, acorde a las preferencias estéticas y de personalidad, esperando que ocurra una coincidencia.
Trabajo publicado en: Abr., 2020.
Ilustraciones: Svitlana, Icsnaps