Definición de Daño Moral

Desde el punto de vista del derecho el concepto de daño puede entenderse en su dimensión física o en un sentido moral. Las leyes protegen la integridad física y el patrimonio de las personas. Sin embargo, hay cuestiones que son intangibles, las cuales son igualmente importantes, como el honor, los sentimientos o el prestigio. Para que esta dimensión intangible se encuentre protegida legalmente, se habla de daño moral

De esta manera, en la mayoría de legislaciones se contempla que la condición humana debe ser amparada por la ley cuando existe algo que atenta contra la dignidad de la persona.

La consideración de daño moral depende de la valoración de la persona afectada

No debe entenderse que una acción provoca un determinado daño moral. Por el contrario, tal consideración depende de la valoración personal de cada uno. Así, un insulto, una ofensa o una campaña de desprestigio no implican necesariamente un daño moral, pues será el individuo afectado quien pueda demostrar que ha sufrido un determinado daño por tales acciones.

Uno de los problemas técnicos asociados a las situaciones de daño moral es su cuantificación monetaria cuando hay que indemnizar a la persona afectada. No es difícil establecer una cuantía determinada cuando se trata de la avería de un vehículo, pero si la «avería» es de tipo anímico resulta una cuestión compleja desde el punto de vista jurídico.

Ejemplos ilustrativos

En líneas generales, se produce un daño moral cuando ciertas obligaciones han sido incumplidas y esto provoca un daño a otra persona. Por ejemplo, si una pareja de novios contrata un salón para el día de su enlace matrimonial y el salón no se encuentra adecuadamente preparado, se ha producido un incumplimiento de una obligación y la pareja podría reclamar una indemnización por el daño patrimonial y, paralelamente, por el daño moral que han padecido.

En un accidente de tráfico, el responsable del mismo genera un problema a otra persona (por ejemplo, averiando su vehículo o provocando una lesión), pero en algunos casos puede darse igualmente un daño moral, por ejemplo cuando un accidente provoca la amputación de una pierna (es previsible que esta circunstancia afecte muy negativamente a alguien y por ello podría reclamar por los daños morales padecidos).

En la esfera del derecho se contempla un principio general: el deber de no lesionar los intereses de los demás

Si la acción u omisión de una persona genera una lesión o un daño a un interés de alguien, será necesario que la persona afectada sea resarcida. En este sentido, el mobbing o el bullying se oponen a la idea general de no perjudicar los intereses ajenos y, por lo tanto, estos comportamientos pueden derivar en una reclamación por daño moral.

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