Definición de Experimento de Milgram
Desde la psicología se intenta comprender las pautas generales del comportamiento humano. Para lograr este objetivo se realizan experimentos con un elevado número de individuos y a partir de los resultados obtenidos es posible conocer los principales patrones de la conducta humana. En 1963 el psicólogo estadounidense Stanley Milgram llevó a término una investigación experimental para abordar la cuestión de la obediencia a la autoridad.
¿Por qué se investigó sobre este aspecto del comportamiento humano?
La elección de la obediencia a la autoridad como asunto central tenía una explicación. Dos años antes el ex nazi Adolf Eichmann fue capturado en Argentina por los servicios secretos de Israel y finalmente fue juzgado ante un tribunal que le condenó a la pena de muerte.
Durante el juicio Eichmann alegó en su defensa que él no diseñó el exterminio judío y que en su actuación obedecía las órdenes de sus superiores. En otras palabras, desde su punto de vista había obrado de manera correcta al cumplir con su responsabilidad. Ante esta realidad, Milgram se planteó un interrogante: ¿una persona normal sería capaz de ejecutar a una persona desconocida si alguien con autoridad se lo ordena?
Procedimiento de la investigación
A quienes fueron reclutados para el experimento se les hizo creer que participaban en un estudio sobre la memoria. Así, había tres participantes: un falso director de la investigación que ejercía la autoridad, un falso alumno que se convertía en víctima y entre ambos se encontraba el individuo engañado realizando el papel de profesor que penaliza las respuestas falsas de los alumnos. Los que ejercían el rol de profesor engañado recibieron la instrucción de activar una descarga eléctrica cada vez más elevada a medida que el alumno daba una respuesta equivocada (como es lógico, la descarga eléctrica también era falsa y quien la recibía fingía convulsiones cada vez más intensas).
Los resultados del experimento fueron los siguientes: dos de cada tres participantes acataron las órdenes con obediencia y fueron capaces de provocar dolorosas descargas eléctricas a sus alumnos «víctimas». Solamente una tercera parte de los participantes se negaron a infringir dolor a los alumnos.
Según el experimento de Milgran el hombre corriente es potencialmente un torturador
Después de analizar las respuestas de los participantes en el experimento, Stanley Milgram llegó a la siguiente conclusión: el ser humano corriente puede llegar a cometer atrocidades simplemente porque cumple con unas órdenes de sus superiores.
La conclusión de la investigación demostraba que los crímenes cometidos por los nazis no se debían a su maldad intrínseca, sino que podían explicarse de manera más simple: la mayoría de individuos son fácilmente manipulables y cuando se ejerce sobre ellos una férrea autoridad se producen respuestas inhumanas y atroces.
Fotos Fotolia: LoFfofora / Blossomstar
Trabajo publicado en: Feb., 2019.
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