Definición de Gobernabilidad
El de gobernabilidad es un término que en los últimos años se ha vuelto popular en nuestro idioma y que es empleado especialmente en el ámbito político para dar cuenta de la facilidad que presenta un grupo o comunidad de ser dirigido , es decir, la existencia de la condición de gobernabilidad es lo que le permite a una administración política concretar sus planes y políticas de gobierno porque existe por parte de la sociedad una aceptación de su legitimidad y reconocimiento de su autoridad.
Posibilidad de un gobierno de gobernar una nación porque hay una aceptación y reconocimiento de su autoridad y legitimidad
Cuando en una nación determinada el pueblo ve que las instituciones son legítimas y asimismo eficaces, y además existe un poder ejecutivo que respeta la independencia, la autonomía de las mismas, y está comprometido con el orden social y con conseguir a través de su tarea de gobierno el bien común, entonces, el pueblo será obediente y reinará la gobernabilidad.
Cabe destacarse que cuando tal condición no está presente, o es realmente muy débil, al gobierno en cuestión se le hará muy dificultoso gobernar ya que no hay un ciento por ciento de aceptación hacia su administración, y por tanto su gobierno correrá ciertos riesgos de continuidad.
Ahora bien, cuando la gobernabilidad es un hecho lo es porque una serie de factores están presentes y dando espacio para que la acción de gobierno sea efectiva y satisfactoria.
Estabilidad institucional y económica, las claves de la gobernabilidad
Entre éstas se cuentan, por un lado, la existencia de estabilidad a nivel de las instituciones que conforman el estado y que permitirá al gobierno tomar decisiones e implementarlas, y por otro lado también incidirá muchísimo la fortaleza de la sociedad, y la situación económica vigente.
La cuestión económica es significativa dado que ha habido muchísimos casos en el mundo de países democráticos que vieron afectada su gobernabilidad cuando las condiciones económicas empeoraron.
El dinero desde hace mucho tiempo manda el mundo, lamentablemente, y así es que cuando un espacio político asume el gobierno de una nación con el marco de fondo de una crisis económica, si no demuestra de inmediato que puede pilotear la situación, la gobernabilidad le será esquiva, porque claro, el resto de los actores sociales le reclamarán un cambio de rumbo.
En este grupo debemos incluir al pueblo, los sindicatos, la oposición, entre otros.
Ahora bien, también puede ser que se de que una agrupación política asuma el gobierno en un contexto de gran apoyo, pero luego, en el poder se muestra muy errante en la gestión de políticas públicas, terminando esto por dañar la gobernabilidad.
Sin apoyo de los principales actores sociales se desvanece la gobernabilidad
La gobernabilidad está en estrecha relación a los apoyos que el gobierno en cuestión dispone, obviamente para que no haya resentimiento de la misma, los apoyos deben ser mayoría en oposición a los detractores.
En tanto, cuando las voces disidentes son muchas y empiezan a hacerse oír es muy complejo que el poder pueda seguir controlándose.
Las consecuencias de un escenario de falta de gobernabilidad pueden ser ciertamente nefastas para la armonía, paz social, y el correcto desarrollo y crecimiento de la nación, porque cuando el gobierno está cuestionado y no puede actuar porque no lo dejan, empezarán a aparecer diversos grupos, que aprovechando la coyuntura, querrán tomar o disputar la autoridad a como dé lugar, generando golpes de estado en muchos casos.
Tradicionalmente, los golpes de estado, ya sean perpetrados por las fuerzas armadas o por civiles, terminan imponiendo un gobierno de características dictatoriales que nada bueno puede aportarle a una nación.
Un ejemplo reciente es el de la Argentina, cuando en el año 2001, durante el gobierno deFernando De la Rúa, varios factores, entre ellos la renuncia del vicepresidente en un marco de denuncias por coimas en el poder legislativo, y un complejo escenario económico, terminaron por desencadenar problemas de gobernabilidad para el mencionado gobierno, y una absoluta crisis institucional que terminó con la renuncia del mencionado presidente.
Y como decíamos líneas arriba, a esta renuncia del presidente le continuó una gravísima crisis social, política, y económica, que derivó en la renuncia de varios presidentes interinos hasta que el peronista Eduardo Duhalde es elegido por el Congreso, asume la presidencia, y puede rencauzar el país hacia una situación más estable, y finalmente en 2003 convocar elecciones presidenciales.
Entonces, una gestión débil y errante en todos los planos, es un claro y absoluto desencadenante de un escenario de ingobernabilidad.
Trabajo publicado en: Oct., 2012.
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