Significado de juez Definición, tipos, funciones, poder y prevaricación
Licenciada en Derecho
Definición formal
El Juez es una figura central y esencial en procesos y debates jurídicos, en el marco de alcanzar una resolución que proporcione justicia entre los involucrados sin que existan influencias externas a la ley y jurisprudencia, de tal forma de manifestar una posición igualitaria.
Tiene la facultad de dirigir la discusión en torno a las explicaciones y fundamentos del respectivo caso en curso, para luego decidir de modo unipersonal.
El origen de la figura del juez se ubica en la Antigua Roma, cuando se elegía a personas de cualidades filosóficas y legales para tal fin. En los sistemas legales actuales, un juez tiene máxima autoridad en cualquier tribunal. De hecho, luego de estudiar los alegatos de la parte demandante y demandada, tiene potestad de juzgar y dictar pena, o bien un voto importante en el jurado.
Hay diversas categorizaciones de los jueces. Una primera manera de clasificarlos es en: penales, laborales, mercantiles y así según la materia especial sobre la cual emiten sentencia o regulan el proceso judicial.
Tipos de Jueces y sus funciones
Ya hemos mencionado que existen varios tipos de jueces. No solo se organizan en base a las ramas legales sobre las cuales realizan sus funciones. Ocurre que también existe otra forma de clasificarlos. Algunos ejemplos al respecto son los siguientes:
• Juez Convencional: cumple esta función de manera privada, es solo un juez particular, y cumple la misión de resolver una querella legal específica.
• Juez Ordinario: quien ejerce su función de manera permanente en un mismo juzgado.
• Magistrado: nombre de jueces de alto rango, son los que integran las más Altas Cortes de Justicia.
Otra forma de catalogar a los jueces es considerando sus competencias. Bajo esta premisa, los jueces reciben las siguientes denominaciones:
• Juez privativo: quien puede conocer una causa, teniendo jurisdicción privilegiada en cuanto a determinado asunto.
• Juez no privativo: el que puede conocer acerca de gran cantidad de asuntos.
• Juez competente: quien tiene la capacidad de juzgar en un determinado asunto, debido a su jurisdicción, conocimientos en el tema y las facultades que se le han otorgado.
Hay otras condiciones importantes en el gremio de los jueces. Las mismas atañen a los “jueces superiores” y a los “jueces de paz”, como lo describimos a continuación:
• Juez de paz: tiene principios diferentes a un juez tradicional, pues su misión es mediar y lograr acuerdos. No emiten sentencias, sino que dialogan entre las partes para que lleguen a un consenso. Es un mediador jurídico.
• Juez superior: aquel que goza de autoridad para juzgar causas de apelación. Lo interesante es que está facultado para atender quejas contra otros jueces.
Vale decirse que las jerarquías que acabamos de mencionar son genéricas. Es importante tener esto en cuenta, pues no en todos los sistemas legales existen las mismas maneras de clasificar a los jueces. Por mencionar un ejemplo, es que hay marcos jurídicos donde los jueces tienen rangos territoriales: parroquiales, distritales, municipales, estadales o nacionales.
Limitaciones al poder de los jueces
Es necesario acotar el poder de los jueces, ya que no pueden tomar decisiones sin estar apegados a derecho. Esto se procura en los sistemas legales. Un ejemplo al respecto es el derecho de los ciudadanos a apelar las sentencias emitidas por un juez.
Otra manera de poner linderos al poder de los jueces es delimitando sus funciones. Ya hemos dicho que existen jueces para causas específicas, que no pueden emitir opinión o sentencia sino solo en aquellos asuntos que les incumben, de esa manera, la potestad de los jueces se ve delimitada.
Por otra parte, los jueces también son individuos que reciben demandas y emiten sentencias. En consecuencia, los sistemas judiciales cuentan con normas especiales y leyes que controlan a los jueces. De hecho, ya hemos mencionado la figura del “juez superior”, encargado de atender los juicios sobre las decisiones emitidas por un juez inferior o de una instancia menor.
Asimismo, hay figuras jurídicas como la llamada “recusación”. Esta consiste en la posibilidad de sustituir a un juez, cuando se considera que el mismo está vinculado con alguna de las partes litigantes. Lo cierto es que todo poder, incluyendo al Poder Judicial, debe ser demarcado para que no exagere y desvirtúe sus atribuciones.
Prevaricación judicial como abuso del poder de administrar justicia
Este delito ocurre cuando un juez emite una sentencia, aún con pleno conocimiento de que es contradictoria a los preceptos legales. Se trata de una falta que supone alevosía y puede suceder por diversas causas, como sobornos, amenazas o que el juez esté a favor de una las partes por amistad. Se trata de un delito muy grave, ya que distorsiona la confianza en el sistema de justicia.
Vale decirse que los jueces son funcionarios públicos, en ese sentido, la prevaricación se juzga teniendo en cuenta siempre esta condición. En esos casos, se suelen estimar penas altas de cárcel y monetarias para quienes cometen tales faltas. También, se suelen usar recursos destinados a subsanar a quienes padecen las secuelas de una sentencia injusta por prevaricación.
El sistema judicial debe monitorear estos casos, pues ponen en riesgo todo el sistema judicial. Al respecto, todo Juez que comete este delito es inhabilitado o destituido. De hecho, sucede que un juez al cual se le ha demostrado la prevaricación, pierde credibilidad y cualidades morales. Estas dos últimas son condiciones sine qua non para ejercer este tipo de cargos.
Un caso relevante en España es del Baltazar Garzón, quien llega a ser uno de los jueces más mediáticos del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Garzón llega a ser conocido por sentencias contra personajes como Augusto Pinochet, así como por tener fama de duro e inflexible. Sin embargo, se le ha señalado del delito de prevaricación.
¿De qué se acusa a Garzón? Sucede que este juez ordenó grabar las conversaciones entre los acusados del caso Gürtel y sus defensores, con lo cual evita la debida confidencialidad. Se estima que esto es un delito, ya que se aventaja el derecho a la defensa. Asimismo, el ordenamiento jurídico español indica que esto no se puede hacer, pero aun así Garzón giró dicha orden.
A sus casi 60 años, Garzón sufre una inhabilitación por once años. Se trata de una situación que pone fin a su carrera y que sin duda lega una jurisprudencia al respecto.
Trabajo publicado en: Feb., 2020.
Ilustraciones: NonnoEEIEI