Significado de promesa Definición, padres a hijos, la pareja, y prometerse a uno mismo
Licenciada en Psicología
Definición formal
Una promesa es un pacto que marca la intención al respecto de una cosa, sobre el cual se forja un compromiso, el cual puede tener respaldo jurídico según las condiciones en las que se lo expresa.
La consonancia entre los dichos y las acciones reflejan el comportar individual, y construyen una imagen de confianza y expectativa positiva o negativa, destacando el esfuerzo y la dedicación por intentar alcanzar el objetivo transmitido. La etimología remite al latín promissum, construido sobre los elementos: pro, que se lo interpreta como antes o previo, con raíz en el indoeuropeo *per-(1), señalando un «antes» o «adelante», y el verbo mittere, entendiendo la idea de lanzar o liberar.
Configuración de compromiso y responsabilidad
Antes de efectuar una promesa, debo pensar bien si luego podré cumplirla, es decir, si lo que manifiesto que haré o diré es posible y si, además, le concedo un plazo determinado, también tengo que evaluar si es viable, en cuanto a recursos, deseo, y eventualidades. De hecho, trasciende a un grado de protección legal en determinados casos, como lo transmite la denominada promesa de compra-venta de un inmueble, en carácter de contrato entre las partes firmantes.
El compromiso y la responsabilidad son necesarios para la concreción, pero también el contexto puede influir, favoreciendo o no, su realización. Por otro lado, hay personas que debido a su personalidad tienen grandes dificultades para hacer/decir lo que prometieron.
Las promesas pueden ser hacia otros (familiares, pareja, amigos, conocidos, extraños), hacia uno mismo, a mantener la ética dentro de una profesión, a Dios, etcétera. Siempre implican proyectarse hacia el futuro, planificar y anticipar algo.
Promesas incumplidas de padres a hijos
Los padres del niño son sus referentes, así como los encargados de transmitir las normas culturales a los pequeños, ayudando a su sociabilización. Son, para él o ella, representantes de la cultura y le enseñan maneras particulares de ver y experimentar el mundo, de relacionarse, de ser y actuar.
Dichos cuidadores, transmiten el “valor de la palabra” cuando hacen promesas, siendo que cuando defraudan a su hijo/a, la palabra pierde credibilidad y los niños empiezan a desconfiar de sus padres y de los otros en general.
Sin embargo, es importante que los infantes entiendan, gradualmente, que a veces las expresiones manifiestas no pueden hacerse realidad, no por falta de voluntad, sino por circunstancias externas o problemáticas involuntarias de los padres. Ello los prepara para comprender que no todo es posible, pese a la sinceridad de lo manifestado.
Prometerse a uno mismo
Al igual que los compromisos pactados a los demás, los propios pueden cumplirse o no, pero, mientras tanto, sirven como un horizonte, para ser mejores personas o lograr objetivos profesionales, proyectos vitales, etcétera.
Por ejemplo, prometerse ser más amable, tener más constancia con el estudio, escalar una montaña, viajar por todo el mundo, entre otras. Se comprende, entonces, que los votos que puedo hacerme son infinitamente variados en sus características e importancia.
Cuando se logra lo pautado, aparece el orgullo y la confianza, pero cuando se fracasa en las metas propuestas, de ser muy valoradas o anheladas, suele impactar negativamente en la autoestima.
En la pareja
Entre las más habituales se encuentran la fidelidad y el amor para toda la vida, también el respeto y el cuidado. Por ejemplo: “Darío le prometió a Ricardo quererlo para siempre”, “Matías le prometió a Milena no volver a mentirle”, “Micaela y María se prometieron construir un amor libre y empático”.
En ocasiones estas promesas se plasman, por escrito, firmadas por los involucrados y una o más autoridades habilitadas, bajo juramento, en el compromiso legal del casamiento, civil y/o religioso.
Cuando los compromisos de pareja se rompen, la consecuencia es la angustia y la decepción, falta de confianza, crisis en la relación, incertidumbre. Por ejemplo: “María prometió cuidar a Juan, pero cuando él tuvo un grave accidente debido al cual tuvo que estar hospitalizado varios meses, ella no supo estar presente y brindarle la contención adecuada”.
Promesas versus juramentos
En algunas carreras de grado, como la Medicina, la Abogacía y la Psicología, luego de finalizados los estudios y antes de comenzar a ejercer el rol profesional, es requisito obligatorio llevar a cabo un juramento profesional de ética que, a diferencia de la promesa, de ser incumplido, tiene consecuencias legales.
Por ejemplo: “Pedro se recibió de médico e hizo su juramento hipocrático, prometiendo, priorizar siempre la salud de sus pacientes, guardar confidencialidad, trabajar con conciencia, honor y dignidad”.
Otro tipo de juramentos son los religiosos como, por ejemplo, el matrimonio o casamiento, en el que dos personas unen sus vidas y proyectos motivados por el cariño mutuo. En este caso, el castigo por quebrar las promesas, es un castigo divino, diferente de las promesas realizadas a uno mismo o hacia otras personas.
Trabajo publicado en: Ago., 2020.
Ilustraciones: Haloviss, Rolling Stones, Nendrawahyu