Definición de Socio
Socio es una palabra que proviene del latín socius y que significa compañero. Es un término que comparte el mismo campo semántico que otros conceptos: sociedad, asociado, social, sociología, socialismo, etc. Al mismo tiempo, aparece combinado con otros conceptos: sociobiología, sociolingüística o sociopata.
Si nos centramos exclusivamente en socio, hay una serie de acepciones distintas. Desde un punto de vista jurídico, dos o más personas pueden ser socios a través de algún contrato que determine su relación. Este tipo de contrato establece el grado de responsabilidad de cada uno de los miembros, así como sus obligaciones, atribuciones, etc.
En el mundo de los negocios, es frecuente que varias personas se asocien o que uno de ellos sea el que aporta el capital de la entidad (el socio inversor).
Los individuos tienen la necesidad de agruparse y crear todo tipo de entidades e instituciones. Cada miembro de una entidad es un socio y como tal debe respetar los estatus del grupo al que pertenece. En este sentido, todos los socios son iguales, pero hay algunas diferencias, normalmente de tipo simbólico (un socio honorífico o el socio número 1). Esta modalidad se puede dar en instituciones culturales, deportivas, lúdicas o de cualquier otra índole.
¿Por qué nos hacemos socios?
El concepto que aquí analizamos está tan extendido en el lenguaje y en la realidad, que tiene sentido preguntarnos por qué tenemos la inclinación por unirnos con los demás. No hay una respuesta definitiva, aunque es evidente que el ser humano tiende a la cooperación conjunta.
Cooperamos porque es una estrategia eficaz. La alternativa a la cooperación es el aislamiento y el individualismo y ambas posturas son escasamente prácticas para conseguir ciertos objetivos.
Por otra parte, el hombre es un ser social y necesita de los demás desde un punto de vista psicológico, es decir, necesita formar parte de un proyecto compartido, sentirse miembro de algo.
La inclinación por compartir y cooperar se traduce en un fenómeno, el asociacionismo. Este concepto está presente en todo tipo de movimientos. Desde un punto de vista histórico, el movimiento obrero es el gran paradigma de la fuerza de un colectivo. No obstante, los ejemplos que se podrían mencionar son muy diversos: el sufragismo, el nacionalismo, comunismo, etc. Todos ellos comparten una idea común: que el ser humano es gregario por naturaleza y en soledad no puede satisfacer sus necesidades. Por este motivo, vivimos en sociedad.
Trabajo publicado en: Mar., 2015.
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