Definición de Golpe 23F

Algunos acontecimientos históricos son recordados por la fecha en la que sucedieron. Esto es lo que sucede con el 23 F, ya que el 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados de España tuvo lugar un intento de golpe de estado.

Los hechos sucedieron durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, que iba a ser proclamado como nuevo presidente de la nación. Momentos antes de producirse la votación de los parlamentarios un grupo reducido de militares encabezados por el teniente coronel Tejero entró en el Congreso con el propósito de que el ejército se sumara a la rebelión militar. Las palabras que pronunció el teniente coronel fueron las siguientes: «¡Quieto todo el mundo!». Segundos después, la inmensa mayoría de diputados se escondieron bajo sus escaños. Se vivieron momentos de gran tensión: disparos al aire y un enfrentamiento verbal entre el vicepresidente del gobierno y los golpistas. Mientras tanto, la televisión y la radio recogían el testimonio de lo que estaba sucediendo.

El levantamiento militar fue abortado por la intervención del rey Juan Carlos l, que se dirigió a la nación por televisión como máximo responsable de las fuerza armadas y desautorizó a los golpistas. A las pocas horas el golpe de estado había fracasado y los diputados retenidos pudieron salir del Congreso a la mañana siguiente.

Antecedentes del golpe

Con anterioridad al intento fallido de golpe de estado se vivían en España momentos de gran tensión política. Un sector del ejército no apoyaba las reformas democráticas que se habían producido. Por otra parte, la banda terrorista ETA cometió numerosos atentados y asesinatos que impactaron al conjunto de la sociedad. El presidente Adolfo Suárez había dimitido con anterioridad al golpe y se respiraba un clima de inestabilidad política. Se podría decir que el país vivía un periodo de incertidumbre: continuar por la senda democrática o dar un giro y regresar a un régimen similar al anterior.

Consecuencias del golpe y algunos enigmas por resolver

Los militares implicados fueron juzgados y condenados a prisión. La sociedad en su conjunto apostó por la vía democrática y el fantasma de la involución se fue disipando. Sin embargo, los historiadores continúan debatiendo sobre algunos episodios que están por resolver:

1) se desconoce el nombre de quién promovió el golpe militar y por ello se le llama el Elefante Blanco,

2) se desconoce quiénes fueron los civiles que conocían las intenciones de los golpistas y el papel de los servicios de inteligencia,

3) no se sabe cuál fue el papel de la CIA y

4) nunca se ha encontrado la grabación de las conversaciones telefónicas de las personas que participaron en la organización del golpe.

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